«Siempre hemos tenido muchas influencias foráneas, pero también hemos tenido claras influencias de aquí, cantamos en castellano. Creo que a Miguel Ríos se le escucha en nuestra música desde los primeros discos»
Chema Domínguez entrevista a Ricardo Ruipérez y Carlos Tarque, los motores que mueven la maquinaria de M Clan, para hablar de su nuevo álbum, el directo «Dos noches en el Price», con el que celebran veinte años de trayectoria.
Texto: CHEMA DOMÍNGUEZ.
Dibujando acordes en la acústica, tarareando alguna frase de vez en cuando, rodeado de compañeros como Fito Cabrales (aka Fitipaldi), Polako, manager de ambos, el buen personal de la compañía facilitando el momento, todos con cierto aire de fiesta a pesar del intenso trabajo promocional. Es la escena que descubro al llegar a la primera planta del hotel situado en la Gran Vía madrileña, donde encuentro a Tarque y Ruipérez, Carlos y Ricardo, M Clan, saboreando un momento muy bien merecido: veinte años de carrera discográfica con una gran obra bajo el brazo: «Dos noches en el Price». El camino de M Clan nunca ha sido recto, ni sencillo, aunque pueda parecerlo, por eso hago propia la celebración y por un día pongo en primer plano la idea de que la ilusión y el talento pueden con todo. Con ellos comentamos la jugada.
¿Estos veinte años son un sueño cumplido, una realidad inesperada o una suerte que celebrar sin pensar en nada más?
Carlos Tarque: Bueno, creo que es un sueño cumplido y… Mejor, son las tres cosas.
Este aniversario encierra otros aniversarios, ahora es un momento dulce, sin duda, pero también los habrá habido amargos. ¿Cuáles han sido los momentos más difíciles para M Clan, esos en los que dudabais hasta de vosotros mismos?
Ricardo Ruipérez: Siempre que hemos tenido que variar un poco de rumbo o tomar decisiones más arriesgadas fueron los más difíciles. La primera es cuando tomamos la decisión de hacer un grupo y dejarlo todo por la música, por tocar en garitos que no pagaban ni un duro, con la ilusión de tocar, viajar… lo que es el motor de un grupo. La segunda cuando hicimos «Coliseum» (1997) y vimos que nos sentíamos un poco encorsetados, que no teníamos mucho público y no podíamos tirar para adelante. Y luego, después de hacer «Retrovisión» (2006), que terminó nuestra etapa más «mainstream» y dijimos, «bueno, vamos a dejar de trabajar para la radio, vamos a hacer la música que realmente nos atrae».
Corregidme si tengo mal el dato, en origen ¿M Clan lo fundáis vosotros?
CT: Bueno, yo estaba en un grupo con Santi Campillo, es de justicia decirlo porque él también formó parte de M Clan. Y en realidad, yo conocí a Ricardo en la mili, a la hora de hacer un grupo nos sentamos los tres. Aunque realmente la idea de juntarnos unos con otros fue de Ricardo y mía.
Salvo Guasones e Iñigo Uribe, que estuvo con vosotros al principio, los invitados que os acompañan en «Dos noches en el Price», hace ya tiempo que celebraron sus veinte años de carrera discográfica y siempre se habla de vuestras influencias foráneas, pero ¿cuánto os ha podido influir Fito Cabrales, Miguel Ríos, El Drogas o Bunbury? A Carlos Raya y Alejo Stivel los dejamos para las siguientes preguntas.
CT: Siempre hemos tenido muchas influencias foráneas, pero también hemos tenido claras influencias de aquí, cantamos en castellano. Creo que a Miguel Ríos se le escucha en nuestra música desde los primeros discos, su manera de cantar, su manera de entender el rock, su manera bluesera. Por otro lado, Ricardo y yo hemos sido fans de Barricada, no fans acérrimos, pero sí hemos crecido con ellos, con esa música. Fito es contemporáneo nuestro, hemos tocado con Platero y Tú, más que una influencia ha sido un compañero, igual que Bunbury y los demás artistas. Gente con la que hemos caminado juntos.
RR: En realidad lo que queríamos era juntar a amigos y gente afín a nosotros. No hacer colaboraciones con gente que no conoces de nada y tiene que llamarle la compañía para que el otro diga me apetece o no me apetece, no. Era algo más personal. Por eso creo que están todos los que son.
Un compañero de viaje también ha sido José Ignacio Lapido, que participó en al menos dos temas de M Clan, ‘El tren que nunca cogimos’ y ‘Dando vueltas’.
RR: Sí, él nos pasaba letras, nos apetecía hacer algo con alguna letra suya y es alguien a quien admiramos mucho, su forma de escribir y componer.
Podemos repasar vuestra trayectoria agrupada en tres grandes etapas, «Un buen momento»(1995) y «Coliseum» (1997), grabados en Memphis y Toronto respectivamente, forman la primera. ¿Cómo la definís?
CT: Creo que la primera etapa de M Clan contiene el cómo arrancamos, qué nos gusta hacer, qué queremos hacer: «esto, esto y esto, pues vamos a empezar». Durante unos años estás trabajando con eso, y luego llega un momento, como todo en la vida, que dices «esto ya lo hemos hecho, ya está quemado y además nos aburre, vamos a cambiar». Pero es una etapa muy basada en el rock de los años setenta, rock clásico, quizás intentado emular en demasía a grupos con esos estilos, al rock sureño. Pero creo que todo el mundo empieza así, bajo sus gustos.
RR: Claro, parecerse a alguien.
CT: Los Beatles querían ser Chuck Berry, los Rolling también, todo el mundo empieza con un ejemplo y luego se va convirtiendo en el artista que es. He dicho los Beatles y los Rolling por poner ejemplos conocidos, pero todo el mundo cuando empieza se parece un poco a algo y de hecho preguntamos, «en qué onda va este tío». En qué onda va Bruce Springsteen, en la onda Bruce Springsteen, pero al principio en qué onda iba, pues en onda Bob Dylan, Leonard Cohen…
… Y sin problemas a la hora de revivir influencias en directo, interpretando mezcladas ‘Twist and shout’ y ‘La bamba’.
CT: Claro.
RR: Claro, ¡’La bamba’!, grandísimo tema mundialmente conocido. En cuanto la oyen, todo el mundo se pone a saltar.
La segunda etapa comienza con «Usar y tirar» (1999) la salida del teclista Iñigo Uribe y la entrada en la producción de Alejo Stivel como claro factor determinante. ¿Quién llama a quién?
RR: A Alejo lo conocimos en el homenaje a Tequila, «Mucho Tequila!» (1996), ahí nos conocimos y desde el principio surgió una química especial. Él entendió nuestra forma de ser, nuestro sentido del humor también, tenemos uno muy parecido. Ahí conectamos. Nos fuimos viendo con él y, un día, recuerdo que Tarque y yo decidimos llamarle para que nos produjera un disco.
Disteis vosotros el paso.
CT: Sí, sí, porque pensamos que necesitábamos un giro que no sabíamos encarar, no teníamos el empuje y no sabíamos hacia donde ir. Él tampoco, pero sabía de qué manera salir del barro; cuando hablo del barro parece que estábamos en un barro terrible, en la ciénaga, y no es así, simplemente había un inmovilismo musical por nuestra parte y necesitábamos un cambio.
En el nuevo y exitoso escenario llega «Sin enchufe» (2001), Priscus entra en la composición y M Clan llega a su triunfo comercial más alto, ¿cómo empieza la relación compositiva con él y quién es?
RR: Priscus, Prisco, es el guitarrista actual de M Clan, o sea que lleva varios años con nosotros, le conocemos de hace muchos años. Es un guitarrista excelente, y en un momento dado Tarque empezó a componer con él porque era amigo nuestro, venía, iba a su casa, se quedaba unos días. A partir de ahí nacieron temas como ‘Carolina’, y siguieron componiendo juntos.
CT: Sí. Luego, lo de que Prisco empezara a tocar con nosotros fue bastante después. Al ser amigo, todo fluye más natural. «ahora sí colabora, ahora no, ahora hacemos más, ahora no»… Y en un momento dado necesitamos un guitarrista porque Carlos Raya se había ido con Fito y le llamamos.
Es más fácil buscar compañeros de viaje en el entorno más inmediato.
CT: Sí, es que en un grupo es importante saber con quién vas a tocar. Siempre te dicen «es un bajista estupendo», por ejemplo, pero qué tal es, porque si es un friqui no queremos, necesitamos alguien que nos haga la vida fácil.
La tercera etapa llega hasta «Dos noches en el Price» y empieza con «Memorias de un espantapájaros» (2008). ¿Cómo dais el paso?
RR: Hacemos «Retrovisión» (2006), un recopilatorio con un par de temas nuevos, y trabajamos con Alejo para buscar que sonaran en radio y eso nos quemó, nos quemó porque estábamos trabajando en la dirección de cómo es la canción perfecta para sonar en la radio. Y no se sabe. Hicimos algo como un trabajo por encargo para hacer un par de temas que al final ni nos gustaban, de hecho ni los tocamos en directo. Los tocamos tres veces y dijimos «si es que no nos gusta, a la mierda». Y a partir de ahí, Carlos y yo hablamos: «vamos a parar un tiempo, vamos a volver a la raíz, a hacer música que realmente nosotros sintamos actualmente y olvidarnos de esto durante un tiempo». Estuvimos un año y medio componiendo e hicimos «Memorias». Se juntó un momento creativo muy fuerte de Tarque y por parte del grupo, y surgió ese disco.
Intuyo que al igual que con Alejo, a Carlos Raya le llamáis vosotros.
RR: Sí. Siempre tiene mucho trabajo con las producciones, siempre está muy liado pero le dije «vas a trabajar con nosotros sí o sí». Él ponía excusas del tipo «en esa fecha no puedo», y tal. Al final, vino.
Se produce también el cambio de Tres Cipreses como marca en vuestros discos a Rock & Soul. Cuidáis hasta ese detalle.
CT: El logo RS, Rock & Soul, es una cosa que gráficamente aportamos al disco de «Para no ver el final» (2010), un disco totalmente de rock soul. Lo añadimos para identificar un estilo como lo puede ser el heavy metal. Y luego lo utilizamos como algo gráfico para camisetas y cosas así.
Además, el nuevo logo sigue en «Arenas movedizas» y se mantiene en «Dos noches en el Price». ¿Cuál es la formación de M Clan 2014?
RR: Coki Giménez en la batería, Iván González ‘Chapo’ en el bajo, Prisco en la guitarra, y ahora entra un teclista nuevo, Lucas Albaladejo. Y Tarque y yo.
Por último, después de escuchar la colaboración sobre el escenario del Price con Bunbury y Raya en ‘Miedo’, ¿creéis haber superado la realizada por Andreu Buenfuente, Berto Romero y Antonio Orozco?
CT: [Risas] Un día me la pusieron y no la recuerdo muy bien, pero hizo algo con sentido del humor y a la vez como muy educado. Buenafuente es muy fan de M Clan, él nos conoce de hace muchos años a través de «La Cosa Nostra», de la televisión catalana, y nos dijo «soy fan vuestro de hace mogollón de años», nos ponía también en un programa de radio que tenía en los noventa, y dijimos «¡hostia!». Andreu ha defendido mucho la música en directo en los programas de televisión hasta las últimas consecuencias, cosa que hay que destacar de él.
RR: Es un fuera de serie y la música le encanta. A él le encantaría subirse a un escenario a tocar.