«Cuadernos Efe Eme’ vivirá o morirá en función de que haya lectores que lo compren. La continuidad depende de los lectores, estamos en sus manos. La decisión es de ellos»
Diversos redactores de EFE EME han preparado un cuestionario para que Juan Puchades responda y explique qué es exactamente «Cuadernos Efe Eme», la publicación trimestral en papel que hemos lanzado hace escasos días y que únicamente puede adquirirse desde nuestra tienda online.
Texto: EFE EME.
¿Había nostalgia del papel?
No, por mi parte ninguna. A lo largo de estos años, muchos lectores me comentaban aquello de cuánto echaban de menos la edición en papel, y me parecía hasta un poco desconcertante, porque yo no la echaba de menos para nada. Lo que sí me ha sucedido, y creo que a más gente, es darme cuenta que en internet hay que escribir de una determinada manera, hay que buscar la brevedad, y eso obliga necesariamente a reconducir los contenidos en direcciones muy concretas. No parece que la red sea el lugar ideal para desarrollar textos largos, ofrecer historias complejas, relatos elaborados. En ese sentido, llevaba un tiempo bastante preocupado, incluso ansioso, porque el presente del periodismo musical no me gusta prácticamente nada, en realidad el presente del periodismo en general. Tengo la sensación que, como lectores, ante la abundancia y la difusión desde redes sociales, nos quedamos con los titulares y no pasamos de ahí.
¿No es contradictorio volver al papel después de años como diario digital?
Pues no lo sé. Pero nadie de los que hemos estado implicados en idear «Cuadernos Efe Eme» hemos tenido la sensación en ningún momento de estar cayendo en una contradicción. Simplemente nos vamos adaptando a los tiempos, otra cosa sería absurda. La sensación era de alegría por saber que estábamos planeando algo bonito, que iba a sorprender y que muchos lectores, imaginábamos, iban a recibir con entusiasmo. Todo ello mezclado con cierto temor por si nos estábamos equivocando completamente, la recepción no era la esperada y nos dábamos una buena leche. Aclaremos que por el momento no ha sido así y la respuesta está siendo muy positiva a todos los niveles.
¿Por qué «Cuadernos Efe Eme»?
Porque la historia de la música popular parece que se va diluyendo en ese mundo digital en el que la actualidad lo domina todo, en el que tenemos acceso a millones de vídeos que nos permiten pasar de una época a otra sin contextualizar y porque la historia en los medios parece que se resume en cuatro lugares comunes o una lista, un top, de cinco, diez o quince puntos más o menos pintureros acompañados de unos vídeos. Y no, hay que aproximarse a ella con rigor y seriedad, y como decía, nosotros queremos contar las historias y analizar los hechos con extensión y que el lector pueda leer con calma, durante semanas, tranquilamente.
¿Por qué regresar en este momento? ¿Por qué no antes si estaba claro que había contenidos que solo podían expresarse en papel?
Por razones evidentes: en este país estamos sumidos desde 2008 en una crisis económica brutal. Desde luego seguimos en ella, y donde algunos ven brotes verdes, otros continuamos viendo cagarros marrones, pero si esperábamos mucho, quizá nunca llegara a ver la luz. El momento era ahora. Además, personalmente, no podía esperar más, durante todo este año fui madurando las ideas que habíamos barajado en años anteriores, y el impulso estaba ahí. Tenía la fuerza de tirar adelante, y coincidió que el resto del equipo que está implicado en la editorial se encontraba en el mismo punto: «ahora o nunca, vamos a lanzarnos sin red y que pase lo que tenga pasar». Y aquí también conviene aportar unas dosis de honestidad brutal, porque algunos parece que piensan que el periodismo musical vive del aire: mola mucho leer gratis EfeEme.com, pero no es un proyecto económicamente rentable, y detrás está el trabajo de mucha gente, de muchas familias. Este es un sector muy castigado: a la crisis económica general se suma la crisis de los medios, la publicidad en recesión, el sector musical deshecho y soportando un IVA del 21 %. Bien, no podemos arreglar el universo, pero tenemos la obligación de movernos para que el barco, el nuestro, no se hunda. Es nuestra responsabilidad. Sabemos que en tiempos de bonanza todo sería distinto, pero cuando tienes que correr, corres. Hasta cojeando corres.
¿Por qué renunciar a la actualidad?, ¿por qué una publicación en papel que sin embargo solo se puede adquirir online?
Es que no renunciamos a la actualidad, todos los días ofrecemos actualidad sin parar desde EfeEme.com. Nuestra vida cotidiana transcurre en internet, ahí es donde nos informamos, y para eso está nuestro diario digital. En papel hay que ofrecer algo distinto, hay que narrar de otro modo, hay que buscar al lector que quiere algo diferente, que le gusta el papel y agradece contenidos pausados.
¿Cómo le explicarías, o venderías, «Cuadernos Efe Eme» a alguien que desconoce completamente lo que es?
Lo primero que no es una publicación apta para todos los públicos, quien se acerque a ella ha de tener un cierto bagaje o, como mínimo, un evidente interés por saber más de música, es un medio especializado al cien por cien. La publicación se define por sí sola: un espacio de «Historia y Cultura Musical». Aquí podrás disfrutar leyendo a algunos de los mejores periodistas musicales de nuestro país, de diferentes generaciones, y como ha sido norma en EFE EME desde su fundación, sin demasiadas manías ni prejuicios, hay que acabar con los sectarismos de una puñetera vez. Son 224 páginas, que se dice pronto, de letra condensada, impresas en color, con un diseño funcional y encuadernadas con lomo y solapas. En realidad es un híbrido entre el libro y la revista y asegura montones de horas de lectura. Pero lo mejor que pueden hacer es comprarla, que solo cuesta —y puesta en casa— lo mismo que un libro, y cuando la tengan en las manos se van a llevar una muy grata sorpresa: nunca han visto nada igual, y va en serio, no miento, ni vendo humo.
¿Qué porcentaje de contenido se dedica a artistas internacionales y nacionales?
Poco más o menos como siempre, mitad y mitad, tratamos de nivelar y equilibrar, pero tampoco lo vamos midiendo al milímetro. Y me gustaría destacar que para nosotros la música internacional no es solo la anglosajona, nos interesa Latinoamérica, la Europa continental –con especial predilección por Francia e Italia– y desde luego estamos dispuestos a otear sensaciones musicales en cualquier lugar del planeta. Pero eso los lectores más veteranos de EFE EME ya lo saben, en el fondo estamos recuperando y ampliando parte del espíritu del primer EFE EME, su vertiente más historicista, que se ha ido diluyendo en el diario digital.
¿Qué es más trascendente para el oyente español? ¿El rock de fuera o el de dentro?
Eso depende, va por gustos, por actitudes, por sectas, que en música hay mucho de pose y la «actitud», en el peor sentido, cuenta mucho; el postureo, para entendernos. Hay quien necesita pensar que el rock solo puede practicarse desde el ámbito anglosajón y otros pensamos algo bien distinto, incluso nos parece que puede haber mucha mayor riqueza en el rock surgido de alguien que conoce el rock anglosajón pero que también ha mamado de forma natural músicas de otros lugares y que puede sumarlas a su creación para enriquecerla, aunque en ocasiones no sea de manera evidente. Desde luego, un tipo que solo conoce la música anglosajona se moverá en unos patrones bastante más limitados y unidireccionales. Pero, al final, todo es cuestión de gustos.
Contáis con un equipo de redacción muy potente, ¿cómo se ha configurado?
¡Está bien que vosotros digáis eso! [risas] Ha sido fácil: el propio diario, el puntocom, cuenta con una redacción muy sólida, aquí no colabora cualquiera y las incorporaciones se realizan con cuentagotas porque pretendemos mantener unos mínimos de calidad que nos diferencien. Para «Cuadernos Efe Eme», por tanto, hemos recurrido a ese mismo equipo pero ampliado con algunos periodistas esenciales, para mí los mejores: Ignacio Julià, Jesús Ordovás y Rafa Cervera, a los que se han unido otro par de maestros absolutos, Diego A. Manrique (¡qué decir de él! ¡Premio Nacional de Periodismo Cultural la semana pasada!) y Luis Lapuente, que de habitual permanecen en la retaguardia de EFE EME y que ahora se ponen en primera línea. Ese es el equipo de redacción, un equipo de trabajo sensacional, completo y versátil. De ahí la decisión de apoyar el lanzamiento de «Cuadernos Efe Eme», en gran medida, en ellos, en sus nombres (los vuestros). Creemos en los autores, son absolutamente imprescindibles. Y para ellos creo que «Cuadernos» ofrece la oportunidad de hacer algo distinto, de quitarse el chip –a veces tan cruel– de la actualidad e investigar. Vosotros lo sabéis: os insisto en que aportéis temas que os apasionen y que, sin olvidar nunca el rigor, os divirtáis escribiendo. El objetivo es que nos lo pasemos bien escribiendo de lo que nos gusta y nos apetece para que de ese modo le transmitamos al lector ese mismo entusiasmo.
¿Hasta qué punto son complementarias la web y la publicación impresa?
Absolutamente, una nace de la otra. En una nos enfocamos a la actualidad y en la otra a la historia, la reflexión y el análisis. Si sigues ambas, ¡serás una puta máquina de saber! [Risas.]
¿Por qué habéis renunciado a la distribución en quioscos y las librerías?
Por el tipo de publicación que nos planteábamos, claramente minoritaria, los quioscos –y cada vez van quedando menos– estaban descartados desde el principio. En el pasado hemos tenido algunas experiencias nefastas con distribuidores de libros, largas de contar, aunque algún hijo de puta sin escrúpulos merecería que citáramos su nombre, para dar testimonio de su alma «negra y criminal». Hicimos números, le dimos muchas vueltas y decidimos que queríamos tener el control completo de lo que hacíamos porque si había, o hay, una vía de futuro y supervivencia pasaba por ahí, por la venta directa, por la plena independencia y libertad: muchos tontos dicen que nos gusta demasiado el «mainstream», pero paradójicamente somos totalmente independientes, siempre lo hemos sido. En estos momentos, gracias a internet se puede hacer. A fin de cuentas, la mayor librería del planeta solo existe en internet. Y no hay que olvidar que el comercio online crece día a día.
¿Crees que «Cuadernos Efe Eme» tendrá continuidad?
A ver, no tengo una bola mágica para conocer el futuro. Solo sé que el primer número está funcionado muy bien y que ahora mismo estamos elaborando el segundo. En realidad, «Cuadernos Efe Eme» vivirá o morirá en función de que haya lectores que lo compren. Si los números fueran similares a los del primero, sí, sin duda la continuidad estaría asegurada, pero depende de los lectores, estamos en sus manos. La decisión es de ellos.
En paralelo habéis abierto una tienda online en la que vendéis discos, ¿y eso?
La tienda era el vehículo imprescindible para comercializar «Cuadernos Efe Eme» y el proyecto de libros que estamos poniendo en marcha, del que pronto habrá novedades. Ello implicaba crear una estructura logística y comercial nueva, que funciona dentro del mismo proyecto pero de manera independiente. Ya que creábamos la infraestructura y se abría una tienda, tuvimos claro desde el minuto uno que había que ofrecer otros productos, ahora mismo discos, pero llegarán libros de autores implicados en el proyecto, porque esta es la casa de nuestros autores. La idea es que la tienda ofrezca productos para coleccionistas, para aficionados a la música que aman los formatos físicos. El fin siempre es el mismo, hacer de esto un negocio sostenible e independiente, y el plan es que la tienda crezca, sea autónoma pero que, a la vez, ayude a mantener la web, que es el medio que atrae lectores pero genera pocos ingresos, ya que no revelo ningún secreto si digo que los medios de comunicación digitales son deficitarios e insostenibles con el actual modelo de gratuidad y con las tarifas de publicidad por los suelos. Pero todas nuestras iniciativas se retroalimentan y en la base de todo está la web, el diario de información musical, que es lo que sostiene toda la estructura.
¿Cómo va a ser ese proyecto de tienda?
Ahora mismo hay muchas ideas sobre la mesa, muchos proyectos, pero queremos ir con calma, poco a poco. Somos nuevos en este negocio de venta directa y pretendemos rodarnos y conocerlo bien. Vamos paso a paso. Para ser novatos, casi todo ha ido bastante bien, me consta que las incidencias son mínimas —aunque siempre hay alguna, con el consiguiente cabreo de quien la padece—, pero en cuanto se contacta con la tienda, se ponen a resolverlas con la mayor celeridad. Estamos intentando hacerlo lo mejor posible.
¿Qué es lo que diferencia «Cuadernos Efe Eme» de otra publicación española?
Creo que la diferencia es absoluta: no hay ni una sola revista especializada en nuestro país centrada exclusivamente en historia de la música popular. Ninguna con un planteamiento similar, ninguna con este tipo de contenidos, ninguna con esta apariencia. Y no, no tengo abuela [risas]. En todo caso, ¿qué gracia tiene dar forma a una nueva publicación y que se parezca a las demás?
¿Cuál es el hilo común a los temas culturales de «Cuadernos Efe Eme»?
Que son temas de cultura musical, con voluntad historicista pero también puede entrar en ellos la actualidad. Entiendo que preguntas por los contenidos menos, precisamente, «históricos». En este primer número hay, por ejemplo, un artículo sensacional de Julio Valdeón Blanco sobre Nueva York que me parece que da justa medida de esos otros contenidos que también queremos cubrir.
¿Es la filosofía de «Cuadernos Efe Eme» elitista?
La filosofía, en cuanto a línea programática, no es elitista para nada, no tenemos manías y nos interesan y nos gustan músicas de toda condición. Eso siempre ha sido así y ahora mismo forma parte de la filosofía de «Cuadernos Efe Eme», lo mismo que del diario digital, de hecho creo que el elitismo en la prensa musical ha hecho mucho daño a, precisamente, los medios musicales, provocando que quienes podían haber sido lectores masivos de prensa musical huyeran despavoridos ante contenidos que en ocasiones han rozado el esperpento. Sin duda ha habido una desconexión brutal entre los gustos del consumidor medio de música y los medios musicales, terriblemente sectarios. Quizá sí podríamos decir que por la forma de ofrecer sus contenidos en estos tiempos de información rápida y troceadita en papilla, «Cuadernos Efe Eme» es elitista, pero por lo que decía antes, porque se dirige a un lector especializado, y me gustaría pensar que inteligente, que es el que nos interesa.
¿No es arrogante pensar que el lector puede dedicarle tanto tiempo a un libro-revista tan extenso?
¡No es necesario leerlo todo! También se pueden mirar las «estampitas»… En serio, «Cuadernos Efe Eme» está pensando para que dure, para que tengas lectura durante tiempo: sean días, semanas o meses dependerá de la voracidad del lector. Sí puedo afirmar que todos los artículos, te interesarán más o menos los temas, tienen calidad contrastada, son entretenidos y con ellos aprendes algo. Se trata de que lo guardes como un libro y lo puedas consultar cuando te apetezca (hemos tenido unos detalles con los índices que son la pera). Además es bonito, agradable al tacto, huele bien y te lo enviamos a casa, ¡qué más se puede pedir!
Aunque no tengas la bola mágica que decías, ¿eres optimista ante el futuro de «Cuadernos Efe Eme»?
Hay que serlo, porque este trabajo solo puedes afrontarlo desde la ilusión. Pero también tengo muchos años, he pasado por muchas experiencias y prefiero ser realista, los tiempos son muy jodidos, todos andamos mal de dinero y la prioridad es comer, pagar las facturas y tratar de vivir dignamente, y en ese panorama los gastos en cultura obviamente quedan relegados. Por tanto sé que cada nuevo número de «Cuadernos» dependerá de las ventas del anterior. Ahora mismo está asegurado el segundo, pero soy plenamente consciente de que vamos a vivir con el corazón en vilo número a número. Repito: serán los lectores, los compradores, quienes decidan hasta dónde llega esta aventura.