Loquillo edita “El creyente”, un nuevo disco en vivo, y nosotros repasamos todos sus trabajos oficiales en directo (dejando al margen los incluidos en reediciones o lanzados para coleccionistas en edición digital). Con ellos a mano, se puede seguir su trayectoria con el mismo pulso que con los álbumes de estudio, disfrutando de las distintas formaciones que le han ayudado a dar forma a sus proyectos.
Texto: JUANJO ORDÁS.
Foto: MANEL ESCLUSA.
“A por ellos, que son pocos y cobardes”
EMI, 1989
No es un álbum que suene especialmente bien, pero lo cierto es que tampoco suena tan mal como se ha llegado a decir. Es esencial en el rock español, de hecho ningún disco en directo grabado por una banda española puede superarlo, tal vez igualarlo. “A por ellos, que son pocos y cobardes” es parte de la cultura popular española, también un resumen de lo que fue la primera etapa de Loquillo y Trogloditas con Sabino Méndez como ideólogo y compositor principal. Aquí están todos los cásicos que uno pueda esperar y tres piezas esenciales en el rock español como ‘El ritmo del garage’, ‘Rock and roll star’ y ‘Cadillac solitario’, en sus versiones más conocidas popularmente. El repertorio es sólido, el álbum es de leyenda y es como es, pero no es menos cierto que tras el calentón que supone su abrasivo comienzo, canciones como ‘Coleccionistas’, ‘Piratas’ y ‘Brisa de abril’ acaban por sobrar. Son solo unos traspiés que se olvidan en cuanto enfilan ‘En Dino’s a las diez’ camino a obras maestras firmadas por Sabino como ‘Todo el mundo ama a Isabel’, ‘Siempre libre’ o una remodelada ‘Autopista’. No cabe duda, “A por ellos, que son pocos y cobardes” es la mejor manera de escuchar a Loquillo y Trogloditas, un doble suciamente visceral, rockero y a ratos casi punk.
–
“Compañeros de viaje”
EMI, 1997
No hay que despreciar el primer cedé de “Compañeros de viaje”. Se trata de un buen concierto de Loquillo y Trogloditas con un sonido prieto, comprimido y real que recoge canciones tanto de la etapa de Sabino Méndez como de la posterior. Hay momentos mejores (la furiosa ‘Pégate a mí’, la cosmopolita ‘Treinta y tantos’) y peores (una desvirtuada ‘Morir en primavera’), pero es un trabajo consistente. Sin embargo, la razón de ser de este nuevo doble en vivo es el segundo cedé, en el que Loquillo se hacía acompañar de figuras míticas del rock en español en una reivindicación lógica y necesaria. Ahí está Pepe Risi haciendo una hermosa ‘¿Qué hace un chica como tú en un sitio como este?’, Ramoncín imprimiendo carácter a ‘Al límite’ y Jaime Urrutia cantando ‘Caray’, de Gabinete Caligari. No todo lo que reluce es oro, la adaptación de ‘Me & Bobby McGee’ de Gabril Sopeña es más emocional que acertada, aunque la figura de este último reluce como autor gracias a la siempre soberbia ‘Brillar y brillar’. “Compañeros de viaje” no es tan mítico como “A por ellos, que son pocos y cobardes”, tiene menos importancia en su carrera, pero históricamente es igual de relevante.
–
“Hermanos de sangre”
WARNER, 2005
Hasta la edición del reciente “El creyente”, este era el disco definitivo en directo de Loquillo. Concretamente, de Loquillo y Trogloditas. Dos shows de carácter muy distintos enlatados en dos cedés y dos deuvedés con la mejor calidad. Era importante la edición de una obra así, porque el espectáculo del cantante y su banda había cambiado mucho desde “A por ellos, que son pocos y cobardes” y “Compañeros de viaje”, incluso el círculo creativo –y de confianza– era distinto. Igor Paskual ya era el guitarrista fijo de la banda, habiendo supuesto un revulsivo importante en lo que se refiere a la composición, mientras que Jaime Stinus llevaba años dando forma a las producciones, y con este álbum se incorporaba como guitarrista junto al citado otra leyenda como era Guillermo Martín. Uno de los shows recogidos era multitudinario, el otro recogido y de mimbres acústicos, en el primero Sabino Méndez era invitado a poner fin a las rencillas que le habían separado de Loquillo, en el segundo Gabriel Sopeña se unía a la banda para tocar junto a ellos algunas de las canciones que habían ayudado a madurar una carrera cuando más lo necesitaba. Entre ambos cedés (y deuvedés) suenan poco más de media docena de la etapa Sabino, dedicando la mayor parte del minutaje a canciones más recientes que habían alcanzado estatus legendario por derecho: ‘Feo, fuerte y formal’, ‘Rock and roll actitud’, ‘Las chicas del Roxy’ o ‘Cuando fuimos los mejores’ eran ya tan coreadas como cualquier otra.
–
“En Madrid”
WARNER, 2012
Nuevo directo, aunque en esta ocasión muy diferente a cualquier otro. Loquillo ya había grabado dos discos junto a Gabriel Sopeña musicando a sus poetas favoritos y cuando ponen en la calle un tercero basado en la obra de Luis Alberto de Cuenca, el cantante sale a la carretera para presentarlo en un espectáculo único y limitado recogido en este “En Madrid”. Hace ya años que ha disuelto Trogloditas y que se presenta como artista solista, y de hecho lo único que se rescata de dicha época es la versión de ‘El hombre de negro’ de Johnny Cash, aunque en la nueva versión que grabó para su caja conmemorativa “Rock and roll star: Treinta años”, por lo que ni eso se puede rascar del pasado. La banda sigue comandada por Jaime Stinus, Igor Paskual se pierde la gira pero sube a bordo Josu García. “En Madrid” es terciopelo que envuelve canciones de fuerte contenido poético, basándose especialmente en los discos de dicha índole –“La vida por delante”, “Con elegancia” y “Su nombre era el de todas las mujeres”– pero con añadidos acertados como la mencionada versión de Cash, ‘La mala reputación’ de Brassens en la versión de Paco Ibañez o temas de “Balmoral” y “Mujeres en pie de guerra”. Una visión completa de una faceta única.
–
“El creyente”
WARNER, 2014
Si en 2005 “Hermanos de sangre” era un trabajo necesario, en 2014 se puede decir lo mismo de “El creyente”. Loquillo posee la mejor banda de su carrera con un trío letal de guitarras formado por Igor Paskual, Jaime Stinus y Josu García que hace sonar las canciones más profundas que nunca, con Laurent Castagnet como infatigable motor a la batería. Ahora hay nuevos temas que tocar. Al igual que ocurrió en “Hermanos de sangre”, el número de clásicos de los ochenta se reduce a lo justo y lo cierto es que no hacen falta cuando el grueso lo forman las canciones de los últimos diez años, aunando discos de rock, poesía y proyectos en un solo trazo con el que se colorea al Loquillo de madurez con sus escuderos en plena forma e invitados de lujo como Leiva, Ariel Rot y Dani Nel.lo. Un disco valiente que se abre con la canción dirigida a fieles como la que lo titula, trayéndose de vuelta ‘Malo’ y en el que ‘Memoria de jóvenes airados’ y ‘El mundo necesita obres objeto’ no tienen problemas para medirse con ‘El rompeolas’.
