«Sentían verdadera devoción por la música negra y eso los transformaba en una máquina rítmica absolutamente abrasiva, tan compacta como liviana»
Chicago
«Live in Japan»
RHINO/WARNER
Texto: JUAN PUCHADES.
No ha sido Chicago un grupo demasiado apreciado (más bien nada) por la crítica: sus ambiciones musicales, la normalidad personal de sus integrantes y sus devaneos con el soft rock no les granjearon demasiadas simpatías. Sin embargo, este septeto con tres vocalistas logró que toda la primera parte de su discografía, hasta «Chicago VII» (1974), sea parada obligada para quienes gustan de explorar los confines del rock más heterodoxo. Y es que con la mitad de la banda surgida desde el ámbito estudiantil y la otra forjada en los locales de directo y la calle, Chicago, partiendo desde formulaciones rock, se abrió a emparejarlo con el jazz, el soul e incluso con la clásica: cualquier elemento era susceptible de caer en la olla, resultando de ello un plato tan caliente como sabroso.
En este legendario concierto japonés de 1972 ahora reeditado en doble cedé, podemos apreciar cómo el grupo, con sonido diáfano pero intenso (con su contundente sección de vientos apoyando continuamente), se pierde por donde le viene en gana, y lo mismo crees estar ante una formación de rhythm and blues desenfrenada para, segundos después, perderte en guitarrazos herederos de Hendrix o quedar atrapado por desarrollos que remiten al free jazz o por demoledoras descargas próximas a lo latino (con el primer Santana como influencia más evidente).
Desde luego el suyo es un sonido hijo de su tiempo, cuando el rock progresivo y el jazz rock eran la vanguardia del género, pero Chicago, lejos de la mayor parte de los atribulados y sesudos seguidores de esas tendencias, sentían verdadera devoción por la música negra y eso los transformaba en una máquina rítmica absolutamente abrasiva, tan compacta como liviana, convirtiéndolos en una extraordinaria rareza del periodo: es como si el academicismo les sirviera para aliñar pero sobre una base en la que latía un corazón callejero, completamente distanciados de la frialdad y lo cerebral. Aquí hay emoción a raudales y colorido en constante ebullición.
Aunque ‘If you leave me now’ (1976) los catapultó hacia el éxito planetario y los convirtió en pasto de las FMs, de ningún modo hay que despreciar sus primeros años. Incluso, después, cada tanto se han descolgado con álbumes que capturaban la fuerza de los primeros días. Pero para saber cómo sonaban los Chicago del principio, «Live in Japan» es imprescindible: aquí está la clave, con toda la fogosidad de su directo y tomas imprescindibles de ‘Dialogue’, ‘A hit by Varese’, ‘Saturday in the park’, ‘Make me smile’, ‘To be free’, ‘A song for Richard and his friends’, ’25 or 6 to 4′ o ‘I’m a man’.
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