«Sus canciones han calado, a pesar del cambio de registro, de su ruptura casi total con Deluxe, ha valido la pena: el músico ha madurado hasta lo insospechado»
En nuestro recorrido por los tres protagonistas del XV aniversario de Efe Eme, con los que queremos reflejar este tiempo (y que se verán reflejados en una serie de conciertos especiales), hacemos parada en Xoel López, antes Deluxe, que el 13 de diciembre, estará tocando en Valencia. Reconstruye su trayectoria, otro músico, Manolo Tarancón.
Texto: MANOLO TARANCÓN.
El 26 de abril de 2012 pasaba por Valencia Xoel López, dentro del ciclo organizado por esta misma publicación bajo el nombre “Las Charlas-Concierto de Efe Eme”. Se le citaba para repasar a través de una dinámica entrevista su dilatada trayectoria, desde sus inicios con Deluxe hasta desembocar en el actual “Atlántico” (Esmerarte, 2012), firmado ya con su nombre, y que en escasos meses se convierte en uno de los mejores discos de los últimos años. A su vez, Xoel desgrana canciones y encandila al público de una manera única e irrepetible. Con su guitarra y algunos pedales de efectos, consigue crear esa sensación de que no está solo, de que alguien más le acompaña en el escenario. Pero no es así. Su experiencia, sus tablas en escena, su sabiduría musical y su talento salen a la palestra en una noche en la que, estamos seguros, los que estuvimos fuimos conscientes de estar ante alguien único y especial. El tiempo ha corroborado todas estas sensaciones.
Su “Atlántico” se coronaría como uno de los mejores discos de 2012 entre los medios especializados más destacados, y su presencia en festivales y extensa gira (solo y con banda) que todavía continúa hoy, delatan que sus canciones han calado, que a pesar del cambio de registro, de su ruptura casi total con Deluxe, ha valido la pena y que el músico ha madurado hasta lo insospechado. Por su eclecticismo, hablar de Xoel sin estructurar sus diferentes movimientos resulta muy complicado. Pero como en todas las largas historias, merece la pena empezar por el principio.
Sería el sello Mushroom Pillow, en 2001, el que daría el pistoletazo de salida a la carrera del coruñés en solitario (antes había debutado con los rockeros Elephant Band), con un interesante disco firmado íntegramente en inglés y grabado con no demasiados medios en su A Coruña natal. “Not what you had thought” presenta canciones con guiños al pop británico, pero sobre todo sonidos sesenteros y psicodelia beatle que evidencian que ha bebido de todas esas épocas, como se plasmaría de una manera mucho más clara y más adelante con su proyecto paralelo Lovely Luna. Ejemplos claros son ‘Autumn afternoon’ o el tema de apertura, ‘Looking through the hole’. También destaca, en una línea más melódica, cercana y pegadiza, su primer single, ‘I’ll see you in London’, que le valdría para auparse en las primeras listas del sector independiente. O la enérgica ‘My beautiful thing’. Este primer disco le da a conocer y lo arropa y confirma con una gran cantidad de conciertos por todo el país.
Dos años después publica su segundo trabajo, “If things were to go wrong” (Mushrom Pillow, 2003). A pesar de que el inglés sigue siendo su principal arma en los textos, abre el disco con un tema en castellano, ‘Que no’, que se convertiría en su canción más popular. ‘Bienvenido al final’ sería el otro corte incluido en el disco en castellano, como antesala de su tercer larga duración, primero íntegramente en nuestro idioma. Pero antes de esto, Deluxe sorprende sacando al mercado, en el mismo año 2003, un interesante trabajo de tan solo siete temas, “We create, we destroy” (Mushroom Pillow, 2003), que abre con una sorprendente ‘Come with me’, que nos indica que lo que vamos a encontrarnos no es nada habitual. Temas de producción arriesgada donde juega con la experimentación y la electrónica. Para ello basta con escuchar ‘Freak (control-k remix)’. Su buen momento de forma se confirma con la reedición de su segundo álbum en edición especial con temas extra. Además, el single de la aclamada ‘Que no’ añadiría una versión en directo del tema de The Who, ‘Baba O’rilley’.
Con menos tintes experimentales, pero con notables canciones, el sello Mushroom Pillow, que hasta ahora había sido su única vía discográfica, publica en 2005 “Los jóvenes mueren antes de tiempo”, el último disco de su saga antes del cambio de aires hacia una multinacional. Se trata del álbum menos valorado por la crítica, donde los textos no brillan en exceso y pasa ciertamente desapercibido. Xoel ha virado el rumbo, se pasa íntegramente al castellano, renuncia a la experimentación, aunque mantiene esa intensidad, el buen trabajo en los ritmos y las cuidadas guitarras y parece que, pese a todo esto, no acaba de conectar con el público que ya esperaba lo máximo de él sin concesiones. Este trabajo pasaría con el tiempo a convertirse en un álbum puente en su carrera. No obstante, destacan canciones como la que lo titula, ‘Los jóvenes mueren antes de tiempo’. Tras él, se redime y de qué manera dos años después, esta vez con nueva discográfica.
Xoel se enfrenta a un cambio importante, el salto de un sello puramente independiente a una multinacional como EMI. Aunque a él esto parece no importarle. Siempre ha creído en lo que hace, siempre ha hecho lo que le ha apetecido, lo que ha querido, sin presiones. Antes de la publicación del disco, se marcha a Argentina junto a otros artistas como Quique González, Amaral o Iván Ferreiro para dar forma a Laboratorio Ñ, una iniciativa que marca como objetivo la convivencia de varios músicos con el fin de ofrecer grabaciones desde cero en común. De ahí nace la canción que abriría su siguiente trabajo.
Llega “Fin de un viaje infinito” (Virgin/EMI, 2007). Doce notables canciones que certifican el paso definitivo al castellano. Juan de Dios Martín, que sería absolutamente fundamental en los siguientes procesos creativos de Xoel, tanto en estudio como en directo, se encarga de la producción. Los metales entran en acción (exquisitos en el final del tema de apertura, ‘Colillas en el suelo’, y en ‘No es mi primera vez’) aunque de una manera muy sutil. Los textos cobran especial importancia, ciertamente tristes y oscuros, hablan de abandonos y desesperanza en temas épicos como ‘Ver en la oscuridad’ (“El sol sale para todos / y para todos se oculta también”) o en ‘Requiem (No fui yo)’, donde se despacha con rabia en la parte final. La portada en sí misma así lo indica, con un Xoel protegido bajo un paraguas para resguardarse de una lluvia que solo cala en él. La experimentación se diluye a favor de arreglos más exquisitos y preciosistas, con dominio por momentos de las guitarras acústicas. De hecho, algunas de sus canciones comienzan a acercarse a la música de autor, certificando toda su evolución. Un buen ejemplo es la preciosa ‘Rostro de actriz’.
“Reconstrucción” (Virgin/EMI, 2008), continúa en la misma senda de su anterior trabajo. Aquí da en el clavo. Una notable producción se combina a la perfección con canciones de un grandísimo nivel, que certifican el gran momento de Xoel como compositor y como intérprete. De nuevo, el castellano es el idioma elegido, aunque con los precedentes esto ya no es noticia ni sorprende. ¿Qué podemos decir de temas como la propia ‘Reconstrucción’ o la inolvidable ‘Historia universal (El amor no es lo que piensas)’, donde los metales vuelven a cobrar especial importancia. Hay que destacar que cinco de estas canciones se publicarían antes del largo a través de la iniciativa «La canción del mes», donde se ofrecía una canción cada treinta días distribuidas a través de plataformas digitales. La discográfica ofrecía dos versiones del disco, una sencilla editada en cedé con las catorce canciones que lo componían, y otra edición limitada de tan solo cinco mil copias, que incluía el cedé anteriormente mencionado junto a un deuvedé dividido en tres partes: algunas canciones del gran concierto de La Riviera de Madrid de noviembre de 2007, otras acústicas y algunas maquetas.
Xoel lo tiene todo a favor, poco más tiene que hacer para mantenerse en la cumbre. Llena en todas las ciudades por las que pasa, es considerado por la escena independiente y respetadísimo por la corriente más generalista, alabado por sus compañeros de profesión. Pero dice basta. Algo no funciona y decide abandonar España, mudarse a Buenos Aires y comenzar de nuevo. Él mismo asegura que poco a poco un nuevo proyecto se está gestando, y comienza con algún concierto bajo su propio nombre. Reconoce no habérselo planteado, que a la hora de diseñar el cartel surge la duda del nombre. Sencillamente se presenta como Xoel López. Y desde entonces hasta el momento. En 2012, tras proyectos como La Caravana Americana, donde se rodea de músicos latinoamericanos y monta una gira que le lleva por unas pocas ciudades de España, lo que supone una arriesgada iniciativa a efectos de producción y que no puede desarrollar por este motivo tantas fechas como querría. De aquí surge un documental todavía inédito que graba el proceso de creación y desarrollo de esta iniciativa.
Y llega “Atlántico” (Esmerarte, 2012). Es su propia compañía y oficina de management quien asume la publicación de este álbum, la obra más madura, compleja y completa de Xoel (que entronca tanto con Deluxe en la raíz, como con Lovely Luna en muchas de sus formas), que apunta hacia la música de autor, aunque sin renunciar a toda esa sabiduría adquirida por un músico que se autodefine libre en su propia página web, que no se casa con nadie y que sigue haciendo lo que quiere cuando quiere. El comienzo con ‘El hombre de ninguna parte’ es una declaración de intenciones, una clara confesión de alguien que habita en el mundo pero que bebe de todo tipo de recursos. Todo es diferente más allá del océano, donde ahora se encuentra, y las cosas se ven de manera diferente. Las canciones hablan por sí solas, todas de notable alto. Exquisito el riff que marca la melodía vocal de ‘Por el viejo barrio’, un tema que crece en cada escucha. ‘La boca del volcán’ ya es imprescindible, por no hablar de ‘Buenos Aires’ y ‘Tierra’. Un disco perfecto.
Xoel comienza a presentarse de nuevo solo con su guitarra, clásica en una gran parte de sus shows, acústica a duras penas. Viajes a cuentagotas a España con algunos conciertos esporádicos. Así llegamos al principio de esta historia, a aquel 26 de abril de 2012, momento en el que se encontraba en plena fase promocional del disco y que ya empezaba a sonar por nuestro país. Poco a poco su gira se va ampliando y comienza a destacar en algunos festivales. A pesar de los cuatro años de ausencia, el público no olvida, es justo y lo demuestra llenando las salas en cada uno de sus conciertos. Su registro ha cambiado, pero los conciertos de Xoel incluyen guiños a algunas de las canciones de su época como Deluxe. Es en esos momentos cuando la gente enloquece y a él se le escucha mucho menos. Síntoma de que su público inicial no le ha abandonado, sigue su evolución y se mantiene seguidor de uno de los mejores músicos que ha habido, hay y habrá en nuestro panorama en mucho tiempo. Domina los textos, las armonías, controla la composición y destaca en la interpretación. Completo al cien por cien, esperemos tener Xoel López para rato. La música y los oídos finos lo agradecerán.
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Los protagonistas del XV aniversario de Efe Eme: Iván Ferreiro.
