«Puede que con ‘Southern rock opera’ se hablara de su incursión en primera división, pero con ‘Decoration day’ lograron entrar sin siquiera tener que usar las manos para abrir los portones»
Drive-By Truckers
«Decoration day»
NEW WEST, 2003
Texto: JONBIL.
El pasado mes de junio se cumplió una década desde que los Drive-By Truckers publicasen «Decoration day», aquel esencial y aún estimulante álbum, en el que encontraban del todo su sonido y en el que historias a priori simples demostraban no serlo tanto: persecuciones por incesto, novias plantadas en el altar, asesinatos pasionales o la defensa del honor de la familia serían algunos de los titulares de lo en él narrado. Algunos de los relatos están basados en hechos reales, otros en la propia experiencia de sus compositores y en ocasiones concretas dejan volar la imaginería de la vida sureña.
Con este, su cuarto disco de estudio, la banda de Athens perfiló su estilo y creó las mejores composiciones hasta la fecha. Su anterior referencia, «Southern rock opera» (2001) fue la que quiso ir más allá (con historias relacionadas entre sí y con un resistente sonido sureño) y la que dio el pistoletazo de salida para que se les considerase como la mejor banda de rock sureño del siglo XXI. Pero aún quedaba mucho por llegar.
En «Decoration day» tenemos un poco de todo lo mejor que podíamos esperar: temas que suenan totalmente a Drive-By Truckers salidos de la pluma de Patterson Hood, como la inmejorable tríada inicial, la oscura ‘Your daddy hates me’ o la perla acústica ‘Heathens’. Del otro miembro original, Mike Cooley, destacan la risueña ‘Marry me’ o el cierre magistral que supone ‘Loaded gun in the closet’, mientras que lo que en ese momento fue la savia nueva, o sea el jovenzuelo Jason Isbell, se lanzaba a la piscina con dos mayúsculas canciones: la luminosa ‘Outfit ‘y la que da título al disco, que es agridulce y cuenta una historia de las que enganchan, con slides que nos transportan a los escenarios de la narración.
Con esos tres enormes compositores y certeros intérpretes era complicado no caer en sus redes. Puede que con «Southern rock opera» se hablara de su incursión en primera división, pero con «Decoration day» lograron entrar sin siquiera tener que usar las manos para abrir los portones. Se les abrieron de par en par.
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