«Cualquier época de Elvis es fantástica porque siempre cantó como un ángel. Me gusta todo lo que hizo, incluso las bandas sonoras de los sesenta»
Colaborador en televisión y radio, en 1999 empezó a publicar artículos sobre rock en «Popular 1». En 2007 se sumó a la redacción de «Ruta 66», donde ahí sigue, escribiendo sin parar. Estos día ha publicado su primer libro: «Por un billón de dólares», sobre los primeros tiempos de Alice Cooper, su héroe personal. También lidera el grupo Schizophrenic Spacers, que ya lleva cuatro discos.
Fecha y lugar de nacimiento.
5 de enero de 1978, Viladecans.
¿Qué música sonaba en tu casa cuando eras niño?
Mi padre era baterista y cantante, por lo que siempre hubo música en casa. En casa podía sonar desde Neil Diamond a Frank Zappa.
¿Cuál fue el primer disco que compraste?
Con dinero propio no lo recuerdo. Debió ser uno de Kiss. Posiblemente un bootleg.
¿Y el último?
La reedición en vinilo de 180 gramos del «Muscle of love» de Alice Cooper.
Selecciona tres discos internacionales esenciales de tu colección.
«Killer», de Alice Cooper. «Women and children first», de Van Halen. «Stand», de Sly & The Family Stone. Stone.
Selecciona tres discos nacionales esenciales de esa misma colección.
«Rocanrol Bumeráng», de Miguel Rios. «Horizonte», de Lone Star. «Volumen Brutal», de Barón Rojo.
Un disco doble al que no le sobra nada.
«Electric ladyland», de Jimi Hendrix Experience.
Un grupo o cantante a quien rescatarías del olvido.
Mitch Ryder.
¿Cuál fue el primer concierto al que asististe?
Kiss, en 1983. Tenía tan solo cinco años.
¿Y el mejor concierto que has visto?
Buf, es prácticamente imposible elegir uno. Si me ponen una pistola en la sien quizá… alguno de estos cinco: Alice Cooper (Barcelona, 2002), The Who (Las Vegas, 1999), Kiss (Madrid, 1997), Rush (Frankfurt, 2004) y David Lee Roth (New York, 2003).
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Elige y razona tu elección:
Serrat/Aute.
Ninguno de los dos me dice nada. Los respeto porque tienen una carrera larga. Poco más.
Sabina/Robe Iniesta.
Lo mismo que con los de arriba. Estas preguntas son una putada.
Radio Futura/Los Planetas.
Cualquier cosa antes que Los Planetas, aunque sea Radio Futura.
Nacho Vegas/Quique González.
Otra putada. Quique, por la cercanía con algunos escribas de la revista donde colaboro.
Jacques Brel/Serge Gainsbourg.
Serge.
Frank Sinatra/Elvis Presley.
Oh, esto es otra cosa. Me obsesionan ciertos discos de Sinatra («In the wee small hours», «Only the lonely», «September of my years»…), pero me quedo con Elvis. Cualquier época es fantástica porque siempre cantó como un ángel. Me gusta todo lo que hizo, incluso las bandas sonoras de los sesenta.
Marvin Gaye/Bruce Springsteen.
Me gusta Bruce hasta el «Darkness». Ah, también «Nebraska». Después creo que ha cometido verdaderos crímenes contra la humanidad. No tengo duda: Marvin Gaye. Especialmente todo lo que hizo en la década de los sesenta. Todas esas canciones me acompañarían a una isla desierta.
Tom Waits/Lou Reed.
Me gusta Lou Reed. «Street Hasle», «The blue mask» y «Rock and roll heart» son discos totalmente infravalorados. Pero elijo a Tom Waits por su etapa en Asylum.
Michael Jackson/Prince.
Los primeros trabajos de Prince no me desagradan; además el tipo es un musicazo, con un oído y un sentido para la música que muchos quisieran para sí mismos. Jackson no es de mi agrado, a excepción de lo que grabó junto a sus hermanos para Motown.
The Rolling Stones/The Velvet Underground.
Los Stones son una de mis bandas, no tengo elección.
Paul McCartney/John Lennon.
El sentido de la melodía de Macca es prácticamente impecable. Pero la crudeza de Lennon y sus disparatadas locuras me atraen más.
Bob Dylan/Neil Young.
Neil, pero solo por puntos. Su voz me gusta más que la de Dylan.
Elvis Costello/Paul Weller.
No soy gran fan de ambos, pero Costello procede de Stiff.
Miles Davis/Jimi Hendrix.
Adoro a Miles, pero Hendrix es un estado mental. Marcó mi vida cuando me introduje en su música y todavía me tiene obsesionado.
Camarón/Enrique Morente.
Les respeto a ambos pero no son santo de mi devoción.
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¿Por qué decidiste dedicarte a la crítica musical?
Pura casualidad. Era colega de César Martín y él fue el que me ofreció la posibilidad de escribir sobre Allman Brothers. Me excitó la idea.
¿Quién fue tu maestro periodístico?
No tuve, pues era totalmente autodidacta. No procedo de una carrera periodista, soy solamente un fan. Pero he de citar al propio César, a Jaime Gonzalo… Leía, y leo, mucha prensa de fuera: antiguos números de «Creem» y «Circus», «Mojo», «Classic Rock Magazine», «Uncut»…
Un equipo de fútbol.
Real Madrid.
Un político.
Hace más de veinte años que la carrera de político es el oficio más denostado sobre la faz de la tierra. Son terroristas psicológicos vestidos con traje. Cuando era niño me tragué a la vieja guardia socialista, como mucha gente. Obama me encandiló durante su primer mandato, pero ha demostrado ser una farsa como el resto. Aunque al menos le gusta Bob Dylan y Howlin’ Wolf.
Una ciudad para vivir.
Cuando era niño me fascinaba la idea de vivir algún día en Barcelona (yo procedo del extrarradio). Pero esta ciudad se ha vuelto elitista y esnob; los tipos de mi calaña nos sentimos desplazados. Si ganase la lotería me iría a cualquier pueblo perdido en Escocia o Inglaterra. Mejor aún, a Memphis, al lado de Mississippi, a cinco horas de New Orleans en auto, y a mucha menos distancia en avión de New York, Detroit y Chicago.
El disco que detestas y que despierta alabanzas entre tus compañeros.
Lo que no me interesa directamente no le presto atención.
¿Vinilo, cedé o mp3?
Vinilo, siempre. Es una obsesión que me acompaña desde el día que nací.
La película que nunca te cansas de volver a ver.
«Sopa de ganso».
El libro que nunca te cansas de releer.
«Billion dollar baby», de Robert Greene.
Una serie de televisión.
«Twilight zone».
Si estuviera en tus manos elegir la música que suena en los supermercados, ¿qué discos seleccionarías?
«Trout mask replica», de Captain Beefheart. De ese modo todo el mundo echaría a correr y podría comprar a mis anchas.
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