«Una de las bandas seminales de la historia del soul, portaestandartes del soul concienciado y poético de la década de los sesenta, y geniales funambulistas del trasvase del gospel y el doo-wop al soul»
El próximo jueves los históricos The Impressions, leyendas del soul, actuarán en Madrid y Girona, oportunidad que Luis Lapuente aprovecha para recordar su historia y grandeza.
Texto: LUIS LAPUENTE.
Foto: JAIME MASSIEU.
La historia del soul puede escribirse desde muy diversos puntos de vista: el de los productores, los sellos, los artistas, los estilos, los estudios de grabación, las ciudades… Cuando se habla de este último aspecto, con frecuencia tiende a concluirse que los dos principales focos de irradiación de la nueva música negra fueron Detroit y Memphis, donde anidaron los sellos Motown y Stax, santo y seña de dos estilos diametralmente opuestos de entender el soul –aunque hubo artistas que bien pudieron haber grabado en cualquiera de los dos: Carla Thomas, The Dramatics, The Contours, Jr. Walker & The All Stars–. Se olvida así que Nueva York desempeñó un papel determinante en la eclosión del southern soul, desde las producciones e Jerry Wexler en Atlantic, y que a sus sombra florecieron decenas de compañías independientes –Laurie, End, Scepter, Sue, Fury, Red Bird– que tuvieron una extraordinaria importancia en el desarrollo de nuevos estilos y subestilos, y en la madurez de músicos tan importantes como King Curtis, Garnet Mimms, Gladys Knight & The Pips, Dionne Warwick, The Isley Brothers, Ike & Tina Turner y Chuck Jackson. Se olvida también la originalidad de los discos mestizos facturados en Nueva Orleans por los sellos Instant y Minit, y la espléndida pujanza de etiquetas de la Costa Oeste del prestigio de Specialty, Aladdin, Modern e Imperial, eslabones fundamentales del paso de rhythm & blues y el gospel al soul. Se ignora, en fin, el carácter catalizador que jugaron etiquetas como Vee-Jay, Chess Okeh y Curtom, y otras menos conocidas, como Brainstorm, Formal, Cortland-Witch, Nike-Tip Top, Giant, Bright Star-Four Brothers, St. Lawrence-Satellite, Onederful, Mayfield, Windy C. y Chi-Sound, afincadas en Chicago, ciudad que un día fue cuna del blues eléctrico y que volvería a serlo luego del soul más elegante y concienciado de su época, merced a la intervención capital de una de las personalidades artísticas más ricas y fascinantes de los últimos cuatro decenios, el gran Curtis Mayfield, alma mater de The Impressions y primer dinamizador de la escena soul de la llamada Windy City, la Ciudad del Viento.
JERRY Y CURTIS SE LO MONTAN
Según afirma Paul Oliver en «Historia del Blues», «en 1850 solo vivían en Chicago unas trescientas personas de color. Sin embargo, esta cifra se triplicó en la década siguiente y aumentó a un ritmo todavía mayor entre 1860 y 1870, A partir de dicha fecha y hasta finales de siglo, la población negra fue duplicándose cada diez años, con lo cual, en 1900, el número de habitantes de color de la ciudad se había multiplicado por diez con respecto a 1850. Semejante crecimiento de la población negra de Chicago se debió, en gran parte, a las corrientes migratorias procedentes del sur. En efecto, un gran número de negros, liberados de las limitaciones que imponía el sistema de las plantaciones, dirigieron sus pasos hacia los centros urbanos. Por otra parte, el recrudecimiento de la legislación segregacionista y de las leyes discriminatorias produjo una considerable aceleración del proceso, que coincidió con el comienzo del nuevo siglo. Asimismo, tal política intensificó el sentimiento de odio hacia los negros dentro de la propia ciudad de Chicago, y prueba de ello es que se multiplicaron los incidentes callejeros. Los negros, que habían vivido diseminados por toda la urbe, pronto se vieron ante la inexorable necesidad de confinarse en un gueto, en el sur de la calle State».
En el ecuador del siglo XX, la historia se repitió: «En los años cuarenta, la población de color de los estados norteños experimentó un sorprendente incremento. En efecto, el estado de Illinois, que en 1940 albergaba a 387.000 negros, en 1950 contaba con 645.000 personas de color, mientras que la cifra de los habitantes negros de Michigan pasó a ser, en el mismo lapso de tiempo, de 208.000 a 442.000. Esta increíble expansión demográfica (alimentada, sobre todo, por las oleadas de emigrantes sureños) prosiguió durante los años cincuenta. En esa década, 1,5 millones de negros abandonaron el sur y, aunque una cuarta parte se dirigió a California, casi las tras cuartas partes restantes dirigieron sus pasos hacia el norte. La infiltración masiva de personas de color causó graves problemas sociales».
Entre esos emigrantes se encontraba la familia de Jerry Butler, nacido en Sunflower, Mississippi, el 8 de diciembre de 1939, pero afincado en un barrio negro de clase media-baja (Cabrini Green) del norte de Chicago desde los tres años de edad. En 1951, Butler se unió a los hermanos Sam, Tommy y Charles Hawkins para formar la banda de gospel The Northern Jubilee Gospel Singers, con los que empezó a cantar en el coro de la Iglesia Espiritual de las Almas Viajeras (The Travelling Soul Spiritualist Church), fundada y dirigida por la abuela de Sam, Tommy y Charles, y de su primo Curtis Mayfield (Chicago, 3 de junio de 1942). Allí se conocieron Jerry y Curtis a mediados de los años cincuenta, poco antes de unir sus fuerzas en el campo de la música profana.
En 1957, Curtis terminaba sus estudios en el instituto y hacía sus pinitos como guitarrista y cantante del grupo The Alphatones. Butler, entretanto, acababa de abandonar The Quails para incorporarse a The Roosters, un trío vocal recién llegado de Chattanooga, Tennesse, e integrado por Sam Gooden (Chattanooga, 2 de septiembre de 1939) y los hermanos Arthur y Richard Brooks. Convencido de que necesitaban un buen guitarrista/ cantante que apoyara instrumentalmente al grupo, además de reforzarlo en la parte vocal, Butler recurrió a su viejo amigo del coro gospel Curtis Mayfield, Rebautizado como The Impressions por su manager Eddie Thomas y próximo a la mejor escuela gospel-doo-wop, el quinteto decidió llamar a la puerta del más importante de los sellos locales de música negra. Dicho y hecho, una gélida mañana de mayo de 1958, con las calles de Chicago cubiertas de nieve, Curtis, Jerry, Sam, Arthur y Richard dirigieron sus pasos, cargados con el amplificador y la guitarra, a las oficinas de Chess Records, dispuestos a interpretar en directo sus últimas creaciones, entre las que cabe destacar «For Your Precious Love», una balada original de Butler y los hermanos Brooks,
GYPSY WOMAN
Pero al llegar a la sede de la compañía Chess, una secretaria les dijo que en aquel momento no había
nadie que pudiera atenderles, así que los cinco Impressions decidieron cruzar la calle y llamar a la puerta del 1149 de South Michigan Avenue, sede de Vee-Jay Records, dirigida por Eart Abner Jr., James Bracken y los hermanos Vivian y Calvin Carter. Este último recuerda que «poco después de que llegaran, ya habían interpretado cinco o seis números y todos eran muy buenos, aunque ninguno sonaba en mis oídos como dinero-en-el-banco. En un descanso, les sugerí que cantaran algo diferente a lo que habitualmente hacían en público, Uno de ellos dijo: ‘¡Hey!, ¿qué tal ese espiritual que hemos estado trabajando estos días?’. Los demás se lo pensaron un poco, pero al final se decidieron e interpretaron ‘For your precious love’, justo lo que yo estaba
buscando».
En junio de 1958, Vee-Jay publicó ‘For your precious love’ en la subsidiaria Falcon a nombre de Jerry Butler & The lmpressions. En menos de dos semanas, el single había vendido 150.000 copias y hoy es considerada la primera gran balada soul de la historia, el bautizo artístico y comercial definitivo de The Impressions. Por desgracia, también se convirtió en el primer gran motivo de discordia en el seno del grupo, descontento con el papel excesivamente protagonista asignado a Jerry Butler por los ejecutivos de Vee-Jay. Así que, tras dos nuevos –y fallidos– singles (‘Come back my love’ y ‘The gift of love’) en el subsidiario Abner de Vee-Jay, Jerry Butler abandonó el quinteto y fichó como solista por la compañía de Vivian Carter. Su puesto fue ocupado por Fred Cash (8 de octubre de 1940), amigo de Sam Gooden y antiguo miembro de The Roosters. Sin Butler, y con Mayfield ocupando un discreto segundo plano, se planteó una crisis de identidad en el seno del grupo, que embarrancó, incapaz de encontrar una línea estilística definida, con mediocridades escritas por los hermanos Brooks, como ‘Love me’ y ‘Believe in me’. A finales de 1958 abandonaron Vee-Jay y registraron el hoy buscadísimo single ‘Listen to me’ / ‘Shorty’s gotta go’ en el pequeño sello Bandera –recuperado luego en el elepé colectivo «Hype you into selling your head-Bandera R&B and doo-wop» (JSP Records, 1980)–. También grabaron otro single, ‘Don’t leave me’ / ‘I need your love’, en la pequeña compañía Swirl, con idéntica (nula) repercusión comercial. Parecía que había llegado su fin cuando, felizmente, Curtis y Jerry se reconciliaron e iniciaron una corta pero fructífera colaboración –el primero como compositor y el segundo como intérprete–, que se tradujo en tres fantásticos singles editados entre 1960 y 1961 por Jerry Butler (‘He will break your heart’, ‘Find another girl’ e ‘I’m a telling you’): las primeras e inspiradísimas manifestaciones de la deslumbrante personalidad de Curtis Mayfield.
Recuperado comercialmente y reconocido por fin como líder indiscutible de The Impressions, Mayfield decidió llevar el grupo a Nueva York para probar fortuna en el sello ABC-Paramount con ‘Gypsy woman’, una hermosa y exótica composición de aire aflamencado –castañuelas incluidas– y textos infectados de misterio y poesía («Ella se mueve encantadora, sus ojos parecen los de un gato en la oscuridad»), acariciada por su cálido e inconfundible falsete. Acertó de pleno, colocó el single en número dos de las listas de rhythm & blues y situó a The Impressions en inmejorable posición para afrontar los siguientes pasos de su carrera. Pero después de registrar cuatro singles más en Nueva York, sin que ninguno de ellos consiguiera el impacto de ‘Gypsy woman’, los hermanos Brooks optaron por abandonar el grupo –realizaron su última intervención con el tema ‘I’m the one who loves you’– y afincarse en Nueva York. A fines de 1962, The Impressions, reducidos a trío (Curtis Mayfield, Sam Gooden y fred Cash), regresaron a Chicago para ponerse a las órdenes del productor Johnny Pate y afrontar la que sería la edad de oro del soul de Chicago.
LOS FABULOSOS IMPRESSIONS
De nuevo en casa, Curtis Mayfield dividió su talento entre los discos don The Impressions y las producciones para otros artistas nativos de Chicago o afincados en esta ciudad. Así, en enero de 1963 escribió y produjo para la vocalista de Mississippi Jan Bradley el single ‘Mama didn’t lie’, un oscuro clásico editado por Chess que llegó a entrar en el Top 10. Al mismo tiempo, reclutado por Carl Davis –uno de los nombres importantes en el desarrollo del soul–, inició una celebrada carrera como compositor y productor para el sello Okeh, subsidiario «negro» de Columbia, que los responsables de la multinacional se habían empeñado en reflotar. Lo consiguieron mientas contaron con los servicios de Davis y Mayfield, que pivotaron un catálogo sensacional con artistas de la categoría de Major Lanxce, Walter Jackson, The Opals, The Artistics, Gene Chandler y Billy Butler & The Enchanters –se puede escuchar el magnífico cedé «Curtis Mayfield’s Chicago soul», publicado por Epic en 1995–.
Pero volvamos al meollo de nuestra historia. En mayo de 1963, The Impressions se pusieron en manos del productor Johnny Pate y registraron el single ‘Sad sad girl & boy’, el primero de su nueva etapa en la ciudad del viento. No ocurrió nada, pero cinco meses después se hizo la luz con ‘It’s all right’, una de las obras maestras del gospel-soul espiritual y sensitivo, glorioso anticipo de la impresionante colección de gemas nacidas de la pluma de Curtis Mayfield y elevadas a los altares por The Impressions entre 1964 y 1969. La primera de todas fue ‘I’m so proud’, inspirada en el clásico ‘That’s the way love is’, de Bobby Bland, e incluida en su fantástico segundo elepé, «The never ending Impressions», en la que ya puede adivinarse el insobornable compromiso de su autor con el Movimiento por los Derechos Civiles del Dr. Martin Luther King. Después llegó ‘Keep on pushing’, basada en una vieja melodía gospel y con unos textos combativos que suplantan el carácter meramente religioso del original. En lugar de «Dios me dio su fuerza», Mayfield escribió: «Haré acopio de todas mis fuerzas y juntos seguiremos empujando», arengando a sus compañeros de raza para que no se dejaran vencer por las dificultades o la autocomplacencia y reclamaran con fuerza el lugar que les correspondía en la sociedad civil. ‘Amen’, viejo espiritual extraído de la banda sonora del film «Lilies of the field», de Sidney Poitier, siguió escarbando en las raíces gospel del grupo, lo mismo que ‘Woman’s got soul’, hermoso alegato por los derechos de la mujer, y ‘People get ready’, el más maravilloso de los himnos en pro de la liberación del pueblo afroamericano: «La gente está preparada, hay un tren a punto de partir / No necesitamos ningún equipaje para subirnos a él! Lo único que nos hace falta es fe, para escuchar el ruido de los motores / No necesitamos billete, solo damos gracias a Dios».
La escena soul de Chicago –Chess, Vee-Jay, Okeh– recuperó el pulso al compás de los éxitos de Curtis Mayfield y The 1mpressions. El mismo Curtis fundó un par de sellos, Mayfield Records, cuyo mayor éxito fue el tema ‘Girls are out to get you’, de The Fascinations, y Windy C., que publicó seis magníficos singles de The Five Stairsteps y uno de June Conquest –quien formaría con Donny Hathaway, en 1969, el dúo June & Donny, de nuevo bajo los auspicios de Curtis Mayfield–.
A fines de 1967, tras la edición del álbum «The fabulous Impressions», el trío ocupó de nuevo el número uno de las listas con ‘We’re a winner’, orgulloso grito de afirmación racial publicado ocho meses antes que el ‘Say it loud-I’m black and I’m proud’, de James Brown, y cuya emisión fue vetada en numerosas cadenas de radio norteamericanas. Entonces Curtis Mayfield y su viejo colega Eddie Thomas fundaron el sello Curtom y aprovecharon la expiración del contrato de The Impressions con ABC para incorporarlos a su recién estrenado catálogo.
LOS TIEMPOS CAMBIAN
The Impressions debutaron en Curtom con una de las mejores canciones de su líder, la memorable ‘Fool for you’. Cada vez más comprometido con la lucha de sus hermanos de raza, Curtis Mayfield escribió canciones como ‘This is my country’ o la bellísima ‘Choice of colors’, rutilante banda sonora del amanecer de los derechos civiles del pueblo negro, incluidas, respectivamente, en los elepés «This is my country» y «The young mods’ forgotten story», los dos últimos que grabó al frente del grupo.
En agosto de 1970, Curtis decidió abandonar The Impressions y continuar su carrera en solitario, aunque todavía siguió tutelando la carrera del grupo durante algún tiempo. En septiembre de 1970, en una entrevista concedida a John Abbey, editor de la revista británica «Blues & soul» y futuro fundador del sello Ichiban, confesó. «En realidad no me fui de The Impressions; solo dejé de actuar en sus conciertos, pero continué grabando con ellos durante una temporada. Pensé que si Curtom iba a triunfar, como nosotros presumíamos, yo debía dedicar más tiempo al trabajo creativo en el sello y eso podría repercutir negativamente en el grupo. Por eso decidí apartarme».
Fue sustituido por Leroy Hutson, exmiembro del coro The Meyfield Singers y antiguo compañero de habitación de Donny Hathaway en la Howard University de Washington. Pero el cambio no funcionó. Mientras Curtis Mayfield arrasaba el planeta soul con sus primeras producciones en solitario, The Impressions prácticamente desaparecieron del mapa, incapaces de sobreponerse a la ausencia de su carismático líder. En 1973, Hutson abandonó el grupo para establecerse como solista con una serie de rutinarias producciones en Curtom y RSO, a caballo entre el funk de The Brothers Johnson y la disco music de Barry White: su rastro se perdió a finales de 1979. En su lugar entraron Reggie Torian y el vocalista de gospel Ralph Johnson, y The Impressions sacaron pecho momentáneamente con la banda sonora de la película «Three the hard way» y con el single ‘Finally got myself together (I’m changed man)’, número uno en las listas de rhythm & blues, en un estilo muy alejado del que los había encumbrado la década anterior,
En 1976 rompieron el (leve) cordón umbilical que los unía con Mayfield, sustituyeron a Ralph Johnson –que fundó el grupo Mystique– por Nate Evans y ficharon por el sello Cotillion, subsidiario de Atlantic, bajo cuya disciplina publicaron el álbum «It’s about time».
En 1979 pasaron de Cotillion al sello Chi-Sound, de Carl Davis, grabaron el álbum «Come to my party», producido por Eugene Record, solista de The Chi-Lites, y entraron en las listas con una revisión del viejo clásico ‘For your precious love’, que incluyeron en su segundo elepé para Chi-Sound, «Fan the fire» (1981).
A partir de este momento desaparecieron de la escena pública, hasta que en 1987 el sello MCA les puso de nuevo en circulación con el single ‘Can’t wait ‘till tomorrow’ y el álbum» In the heat of the night», situados en las
antípodas de la luminosa inspiración de sus años dorados.
Antes, en 1983, Jerry Butler y Curtis Mayfield habían reunido a los Impressions originales para ofrecer una serie de conciertos cargados de nostalgia y buena música.
La penúltima noticia del grupo la tuvimos recientemente, con motivo de la grabación del cedé colectivo «All men are brothers-A tribute to Curtis Mayfield», en homenaje a Curtis Mayfield. En esta ocasión se reunieron The Impressions con el saxofonista Branford Marsalis para grabar una emotiva interpretación del clásico ‘Fool for you’. Después, de nuevo el silencio. Un silencio que cubrió a una de las bandas seminales de la historia del soul, portaestandartes del soul concienciado y poético de la década de los sesenta, y geniales funambulistas del trasvase del gospel y el doo-wop al soul.
En la actualidad, The Impressions, liderados por Sam Gooden, continúan en activo, integrados en el circuito de las viejas glorias bendecidos por el presidente Obama, para quien han cantado recientemente. El año pasado fueron cabeza de cartel en un importante festival de música negra celebrado en Madrid y ahora repiten su aventura española con un repertorio centrado en las canciones inmortales del inmortal Curtis Mayfield.