«Es uno de esos discos necesarios, no solo porque conviene de vez en cuando mostrar un escaparate de las propuestas de los grupos nuevos, sino porque hemos de intentar por todos los medios que estos sonidos pimpantes, ultravitaminados y minerlizados no se pierdan en el pop español»
Varios
«A Christmas Chin para ti»
CHIN CHIN RECORDS
Texto: CÉSAR PRIETO.
El disco es un recopilatorio de tema navideño y, por tanto, ya es historia pasada, pero no podíamos dejarlo de comentar aquí porque es una gozosa celebración. En todos los sentidos. Celebración porque un sello que abre es siempre un respiro en estos tiempos y porque las treinta canciones que contiene recuperan un espíritu un tanto olvidado pero con seguidores fieles. Cierto, la locura y el descaro que representó Spicnic, la falta de prejuicio y el sarcasmo, los tres acordes y la fantasía; aquí vuelve a estar todo eso. Se apartan del conjunto por los dos extremos los Mittens –delicadísimos, con unas voces de ensueño– y Santi Delgado, doo-woop y Jonathan Richman de la mano.
El proyecto del sello surge del entorno de los Ginkas, en Pamplona, y ellos mismos regalan dos canciones de nivel y nervio. Pero entre la ingente cantidad de temas destaquemos las palabras mayores. Palabras mayores es la aparición de gente de TCR bajo el nombre de Los Látigos, y no puede dejar de emocionar la voz de Susana, esa densidad de guitarras, la batería precisa y artesana de Junior, las letras hirientes y costumbristas. También Rivelles con “Teen idol”, glam a lo Marc Bolan, sucio e ingenuo, y “I remember yoy”, pura new wave que parece poseída por el nervio de los Undertones. Todo lo que les falta en originalidad les sobra en elegancia y músculo.
El tono general, en todo caso, bebe de influencias ramonianas pasadas por el tamiz que aquí infundieron Los Vegetales –hay una versión instrumental de ‘Atraco a las tres’– o Terry IV. Un repaso sucinto nos da: los Verdugos y ‘Un mundo de cretinos’, en la que además participan; el escondido y sutil lirismo de Los Karatekas y ‘Nubes negras’, el proyecto de Miguel de Los Fresones Rebeldes en Los Temblooores y su pura esencia Terry IV en ‘2020’.
Alguna influencia del mismo tono pero más extrema podemos encontrar. Los Catarros, en ‘Hollywood’ prueban ese aire de blues básico, encendido, rabioso, que puede recordar a Hello Cuca y Lidia Damunt; a veces tiran otras canciones a esencias ultrapop.
En todo caso es uno de esos discos necesarios, no solo porque conviene de vez en cuando mostrar un escaparate de las propuestas de los grupos nuevos, sino porque hemos de intentar por todos los medios que estos sonidos pimpantes, ultravitaminados y minerlizados no se pierdan en el pop español. Nos jugamos mucho, nos jugamos la diversión y la frescura.
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