«El proyecto personal del violinista Mohamed Soulimane llega a su tercer trabajo demostrando que no era ninguna utopía la creación de una orquesta que cultivara las esencias musicales del norte de África, cantando en árabe y desde una ciudad tan cosmopolita como Barcelona»
Orquestra Àrab de Barcelona
«Libertad»
HARMONIA MUNDI
Texto: GERNOT DUDDA.
El proyecto personal del violinista Mohamed Soulimane llega a su tercer trabajo demostrando que no era ninguna utopía la creación de una orquesta que cultivara las esencias musicales del norte de África, cantando en árabe y desde una ciudad tan cosmopolita como Barcelona (que lleva tiempo ejerciendo también de flamante “capital gnawa”). Su anterior álbum, “Maktub”, estaba dedicado a la paz israelo-palestina pero, nada más editarse, Israel invadió Gaza y Soulimane sintió una tremenda frustración por no haber podido hablar sobre ello a tiempo. Ahora, espoleado y esperanzado por las “revoluciones de primavera”, dedica esta nueva obra a los movimientos surgidos en la cornisa del Magreb, lanzando aquí espirituales mensajes de paz y esperanza, a lo que no resultan ajenos títulos como ‘La celebración’, ‘El camino’ o ‘Libertad’.
En lo musical sigue siendo una delicia disfrutar de ese juego vocal que marcan el diálogo entre la voz solista de Mohammed Bout y la respuesta que le hacen desde el coro, al mismo tiempo que juegan su parte los intrincados ritmos de 6 por 8 junto con unos ornamentadísimos arreglos de cuerda, metales y percusión, con una gran presencia de instrumentos de toda condición y origen. Esta es en esencia su gran baza, pero luego sobre la marcha hay más sorpresas a descubrir dependiendo de la naturaleza de cada pieza.
Prueba de que se trata de un proyecto abierto lo demuestran las recientes aportaciones como invitados de Paco Ibáñez y Omar Sosa, y la participación puntual de músicos de diferentes nacionalidades y formaciones (Ojos de Brujo, Nass Marrakech). El piano de Omar Sosa deja aquí su importantísima presencia hasta en cinco cortes, y nadie debería pasar por alto el soberbio solo de violín del propio Soulimane en ‘Cerca de ti’, el riquísimo desenlace instrumental del álbum con ‘Ayoub’ (dedicada a su hijo) o el gran hermanamiento flamenco mantenido en ‘Tango de la amargura’.
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Anterior disco del día: “Cantares, los artistas flamencos cantan a Serrat”.
