«Sin peluca’ se atiene a los cánones tangueros con rigor musical (y, con enorme salero, chapotea en referencias pop, rock, jazz, brasileñas…), pero que aporta una saludables visión contemporánea e iconoclasta en las letras, incorporando el humor inteligente como un elemento más.
Mano a Mano
«Sin peluca»
Pork-Art, 1995
Texto: JUAN PUCHADES.
A Eduardo Makaroff, el hermano de Sergio –con el que formó en los años 70 el dúo Los Hermanos Makaroff–, hoy se le conoce principalmente por ser el alma porteña de los exitosos Gotan Project, pero esa no fue su primera aventura tanguera. En Buenos Aires, y en los años 80, Eduardo montó junto a Daniel «El Pollo» Mactas un dúo que actuaba en cafés-concierto y que atacaba, entre otros géneros, repertorio de tangos de autoría propia.
Allí, en Buenos Aires, Edu y El Pollo, ese era su nombre artístico inicial, hacían, radio, televisión, canciones y jingles publicitarios (actividad esta última en la que durante un tiempo los acompañó Ariel Rot). En 1990, reconvertidos en Mano a Mano (como el conocido tango de Carlos Gardel), grabaron un primer disco, «Tango joeux», pero, en una de las frecuentes crisis económicas argentinas (país pionero en esto de verle el fondo al pozo), ambos hicieron las maletas y pusieron rumbo a París, la conocida como segunda capital del tango. Ignoramos si sus intenciones al arribar a la capital del Sena pasaban por triunfar como Gardel lo había hecho sesenta años antes, pero sí sabemos que en 1994 grabaron un segundo y último disco que, lo que son las cosas, un año más tarde, y por gentileza de un oscuro y efímero sello, llegó a las tiendas españolas. Este «Sin peluca» que hoy rescatamos.
Merecido rescate, pues «Sin peluca» se atiene a los cánones tangueros con rigor musical (y, con enorme salero, chapotea en referencias pop, rock, jazz, brasileñas…), pero que aporta una saludables visión contemporánea e iconoclasta en las letras, incorporando el humor inteligente como un elemento más. Sus canciones hablan de hipocondriacos (‘Me duele todo’), de tipos encantados de haberse conocido (‘El mejor’), de problemas capilares (‘Sin peluca’) o narran confesiones al taxista de turno alrededor de viejos amores (‘Sexoactividad’). Pero también se adentran con sentimiento en sus recuerdos rock de los años 70 (‘Tango al rock’, en la que los seguidores del rock argentino descubrirán algunas referencias a él) o cuentan su historia personal (y real en la primera parte) en ‘Querido Jorge’. Además, se manejan en otros ritmos y firman muy emotivas canciones: ‘¿Quién me quita lo bailado?’, ‘Soy del pueblo’, ‘Antiguos tangos’, ‘La vida es un candombe’…
Añadamos que Mactas tiene la voz y el estilo que hacen faltan para acercarse al tango con propiedad y que Eduardo toca la guitarra tan bien como ya sabíamos por los discos de Sergio Makaroff y de los mismos Gotan Project, y tendremos una joyita que no debería quedar aplastada por el olvido del tiempo. El mismo Makaroff, desde su sello Mañana podía ir pensando en la correspondiente reedición de las dos obras de Mano a Mano.
[Versión puesta al día del texto publicado originalmente en EFE EME 80, de julio de 2006.]
