«Delicada y suntuosa a la vez, siempre sensual, el reino de Afrodisia desde luego no sería el mismo sin su voz y su piano. Y van ya casi 30 años de reinado»
Eliane Elias
«Light my fire»
CONCORD PICANTE/UNIVERSAL
Texto: GERNOT DUDDA.
En esos muy frecuentes momentos en que el jazz y la música brasileña se unen para dictar sumarísima sentencia, es desde luego un privilegio poder disfrutar de cada nuevo trabajo de esta mujer. Delicada y suntuosa a la vez, siempre sensual, el reino de Afrodisia desde luego no sería el mismo sin su voz y su piano. Y van ya casi 30 años de reinado.
En “Light my fire” todo es importante: el repertorio, compuesto en su mayoría de jugosísimas versiones (que tanto funcionan como reivindicación de sus raíces locales como de escaparate de sus muy amplias referencias personales), y unos músicos de categoría que han desfilado por una de las salas más VIP que se recuerdan: con Gilberto Gil en la voz solista y guitarra acústica en tres temas, y Randy Brecker en la trompeta y flugelhorn en dos. Lujosa consideración que hay que hacer extensible a su base rítmica, que una vez más incluye al guitarrista Oscar Castro-Neves, al bajista Marc Johnson –coproductor junto con ella de este trabajo– y al batería Paulo Braga. Nuevos por estos lares suenan el percusionista Marivaldo Dos Santos, el batería Rafael Barata, los guitarristas Romero Lubambo y Ross Traut, y el flautista Lawrence Feldman.
Empecemos por ejemplo por esas dos muy atmosféricas adaptaciones que ella ha hecho del ‘Light my fire’ de los Doors y el ‘Take five’ de Paul Desmond. Las dos transformando manifiestamente la esencia que en su momento marcaron sus versiones probablemente más célebres: las de José Feliciano y Dave Brubeck Quartet, respectivamente. La primera con ese panorámico paisaje en HD que en otro caso dejaría a su paso una pedal steel guitar, destacando –ya sí– ese majestuoso solo de piano de tan soberana belleza. La segunda con esa voz “bossanoveada” en plan instrumental a lo Flora Purim. La bossa nova y su contrapunto más ambiental.
Entre la “cosecha doméstica”, Gilberto Gil recibe un pase de oro en boca de gol con esa nueva oportunidad que ha tenido para cantar ‘Aquele abraço’, su forma de tutear a la dictadura militar que una vez le deportó del país. También canta aquí en otra canción suya (‘Toda menina baiana’) y comparte con Eliane ese ‘Turn to me (Samba maracatú)’ que el malogrado Gonzaguinha y ella misma escribieron en 1988. Y aunque ya no lo cante él, hay más Gilberto Gil con ‘Bananeira’, cuya autoría compartió con otro grande, Joao Donato.
Buena racha, la de la bossa nova, que prosigue con ‘Rosa morena’, ‘Stay cool’, ‘What about the heart (bate bate)’ e ‘Isto aqui o que é (Silver sandal)’, esta última del gran Ary Barroso. Y aún no abundando con temas de su propio puño y letra, Elias nos sorprende con una pieza tan “cool” como ‘Made in moonlight’, perfectamente digna de la lunar serenata que describe en el título.
Con todo esto en el ajo, ni siquiera una versión como la que ha hecho del ‘My cherie amour’ de Stevie Wonder y en francés (aquí rebautizada como ‘Mon amour’) puede resultar una mera anécdota. Da gusto dejarse deslumbrar por un trabajo así. Elias no defrauda.
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