«El álbum tiene más invitados por metro cuadrado que nunca, con gente de Wilco, TV On The Radio y Dirty Dozen Brass Band sobre el mismo terreno y sin querer perderse el festín»
Tinariwen
«Tassili»
V2
Texto: GERNOT DUDDA.
Los veteranos guerrilleros tuareg que cambiaron las armas por guitarras eléctricas vuelven a la carga con un nuevo trabajo en el que, por encima del formato, sigue presente en sus canciones esa fuerte ligazón espiritual que mantienen con su medio natural, el desierto. Ni ellos mismos –que tampoco es que sean unos santitos– se han librado de las consecuencias del terrorismo islámico, que no les auguraba óptimas condiciones de grabación en su región natal de Kidal, al norte de Malí, obligándoles a marchar hasta Tassili, en el sur de Argelia. Realmente un problema menor, teniendo en cuenta su natural condición nómada y a que esta vez poco había que enchufar a sus generadores móviles (casi todo el álbum es acústico).
Quienes hayan seguido con entusiasmo rockero la gira que hicieron con los Rolling Stones verán que aquí se pierde un poco esa afilada mordiente, su indómita ferocidad fuzz. Pero si no quieren perderse algo, tendrán que aprender a disfrutar de esta pureza “unplugged”, de la naturalidad de sus célebres cantos –ese “call & answer” tan africano–, grabados a pelo en su lengua natal, el tamasheq, mientras bebían té bajo la tradicional tienda y en sana cofradía. Luego –ya en París–, su joven director musical, Iyadou Ag Leche, que conoce bien las nuevas tecnologías, se ha encargado del resto. Canciones gloriosas que hablan indistintamente de un exilio exterior e interior, y que exponen la historia personal del grupo y sus fundadores, con unos recuerdos que alcanzan ya a tres generaciones diferentes.
Siendo tan acústico, el álbum tiene más invitados por metro cuadrado que nunca, con gente de Wilco, TV On The Radio y Dirty Dozen Brass Band sobre el mismo terreno y sin querer perderse el festín.
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