«La disolución de Abba fue un trauma para mí del que todavía no me he repuesto. Pero fueron muy honestos. Yo los quiero mucho»
Reinventado en diversas ocasiones, Javier Álvarez parece que siempre haya estado huyendo de sí mismo. Lo útlimo que se sabe de él es que formó el dúo Las Maris… En un ataque de nostalgia, nos acordamos de él y recuperamos su Punto de partida, cuando confesó que el último LP de Abba le cambió la vida.
Abba
«The visitors»
1981
Éste es el último disco que grabó Abba, lo compré en El Corte Inglés, con mis ahorros, recién publicado, yo tenía once años. Sin saberlo ahí prendió todo, gracias a aquellas canciones, esos arreglos y esas armonías. No tenía ni idea de inglés, pero Abba fueron los causantes de que me animara a estudiar filología inglesa y de que me dedicara a la música. Es el álbum menos comercial de Abba y cualquiera que lo escucha se queda flipado, porque la gente no lo controla: Se lo he puesto a muchos compañeros músicos y no se pueden creer lo bueno que es. Yo, en cualquier caso, reinvidico a Abba como unos de los grandes.
«The visitors» no fue el primer disco que me compré; desde niño, en lugar de pedir caramelos o juguetes, yo pedía discos. Abba me gustan desde los cinco añós, desde ‘Fernando’. Cuando ganaron en Eurovisión, me hice con el single. Me enteré de la salida de «The visitors» por televisión y me fui a comprármelo. En mi anterior álbum, «Grandes éxitos», versioné ‘One of us’, que está en «The visitors», pero también me gusta mucho ‘Like an angel passing through my room’, con la que cierran el álbum. Así, Abba acababa su discografía con unos arreglos de reloj y con la voz de Frida en una canción marciana.
La disolución de Abba fue un trauma para mí del que todavía no me he repuesto. Pero fueron muy honestos, hace cinco años, cuando el boom del revival de Abba les ofrecieron un billón de dólares por juntarse de nuevo y se negaron. Fue una actitud muy valiente. Yo los quiero mucho.
También quiero aclarar que he elegido «The visitors» porque fue el disco que, verdaderamente, me cambió la vida. Luego tengo miles de favoritos, de Emmylou Harris, por ejemplo, hay varios, pero «Pieces of the sky», de 1975, me parece buenísimo, ¡el mejor disco del mundo!
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Anterior entrega de Punto de partida: Coque Malla y los Beatles.