«Baladas’ es una obra sumamente reconfortante y adictiva. La palabra “disfrutar” es algo que no le debería estar vetado a nadie ante una obra que participa a partes iguales de seriedad y sensualidad»
Perico Sambeat
«Baladas»
KARONTE
Texto: GERNOT DUDDA.
El gran saxofonista valenciano tiene el privilegio de poder disfrutar de un repertorio a media luz que confiere aún más categoría, si cabe, al jazzman de alcurnia que es desde hace muchísimos años. Una asignatura pendiente, probablemente aplazada por su alto número de compromisos musicales, asociaciones multilaterales, proyectos, actuaciones, etc. que hacen aparcar inevitablemente un proyecto tan personal como éste, que por su propia naturaleza exige una atención muy atenta y exclusiva.
Aparentemente se podría pensar que dar prioridad a la claridad y transparencia de las melodías frente a los ritmos rápidos es algo mucho más fácil y llevadero para un músico de jazz, pero nada más lejos de la realidad. Otra cosa es la satisfacción alcanzada tras su consecución, absolutamente justificada en este caso. Contando una vez más con músicos de una compenetración infranqueable como el contrabajista Javier Colina, los pianistas Albert Sanz y Bernardo Sassetti, y la batería de Borja Barrueta, Sambeat se enfrenta a una selección de estándares norteamericanos, cubanos y españoles que, como él dice, están “arraigados en la memoria melómana”, depositarios de innegables tonos nocturnos que los degustadores del disco sin duda sabrán paladear.
Además de clásicos populares como ‘María de la O’, ‘Flor de perdición’ o ‘Cuando me vaya’ (hablamos por supuesto de Serrat), Sambeat incluye también dos composiciones propias absolutamente afines a las intenciones cromáticas del álbum (‘Huella del silencio’, ‘Noche azul’). Tanto en saxo alto como en soprano, Sambeat sabe extraer lirismo también de piezas más anglosajonas, como ‘I cover the waterfront’, ‘Please tell me now’ o ‘Deep song’.
Muchos jazzmen han probado fortuna con obras así y extraído momentos maravillosos en algún instante de su carrera, o recurrido a un repertorio así de forma ocasional en alguno de sus trabajos, pero ante semejante aluvión lírico uno no puede evitar recordar al grandísimo Paul Desmond. Sambeat mantiene cierta distancia respecto de su habitual territorio de expresión en torno al jazz flamenco, pero “Baladas” es una obra sumamente reconfortante y adictiva. La palabra “disfrutar” es algo que no le debería estar vetado a nadie ante una obra que participa a partes iguales de seriedad y sensualidad.
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