«Componía sus propias canciones y en ellas denotaba un cierto gusto por narrar ambivalentes historias de ansiedades nocturnas y encuentros desarmantes. Todo ello lo situaba muy próximo a la Tercera Vía del pop español»
Pedro María Sánchez
«Encuentro»
POLYDOR, 1979
Texto: JUAN PUCHADES.
En 1979 la música pop española se debatía entre el nuevo despertar del rock y eso que se dio en llamar el “fenómeno fans”. En este último apartado brotaban jovencitos con canciones románticas dispuestos a comerle el terreno a los Pecos o Pablo Abraira y a hacerse con ese público adolescente que, desaforado, consumía productos banales y bastante insustanciales; aunque a tenor de su éxito, bastante proclives a despertar ensoñaciones húmedas. Entre la vorágine de cantantes surgidos al calor de este movimiento estaba Pedro María Sánchez, de sobras conocido por su carrera de actor, iniciada siendo un niño, en los años 60, con películas como «La gran familia». Pero Pedro Mari Sánchez –así se le conoce en el mundo de la interpretación–, en 1979 ya no era un jovenzuelo (tenía 25 años), e incluso se había apuntado a la moda del destape y en alguna revista de la época había mostrado su cuerpo desnudo. Tal vez todo esto contribuyó a que «Encuentro» no fuera el disco romanticón al uso. Además, componía sus propias canciones y en ellas denotaba un cierto gusto por narrar ambivalentes historias de ansiedades nocturnas y encuentros desarmantes. Todo ello lo situaba muy próximo a la Tercera Vía del pop español.
El disco lo produjo Eduardo Leiva y en él se despliegan saxos envolventes, percusiones calientes y arreglos, en general, muy elaborados y elegantones. Pero no pregunten mucho más, porque si este fabuloso álbum alguna vez recogió más información que la incluída en la galleta, esta jamás llegó a mis manos. Por ello, solo cabe añadir que el mismísimo José María Guzmán (Solera, CRAG, Cadillac) echaba una mano colaborando en la música de “Arde mi cerebro” y que su voz se escucha en los coros. Y si a Guzmán nos referimos, bien estaría comentar, por aquello de citar alguna referencia, que este disco, salvando distancias, no se aleja en demasía de los trabajos en solitario de este.
A veces, recurrimos a eso de que una canción bien vale un LP –y si éste se localiza, no sin dificultad, en las tiendas de segunda mano por unos cinco euros, mayor es la excusa–, así que atengámonos a la norma, y destaquemos la bella ‘Si decides abandonarme’ para justificar el tópico. Pero, además, ‘Un día más’, ‘Encuentro’ o ‘Voy a mi paso’ apuntan maneras y formas personales de lo más interesantes.
Un año después se publicó el single ‘Expreso del amor’ (no incluída en el LP), su otra gran canción. Un fugaz encuentro amoroso excelentemente narrado. El single, además, incorporaba en la cara B, precisamente, ‘Si decides abandonarme’. Así que si el lector lo encuentra, que se haga con él y tendrá comprimida la mejor muestra musical de Sánchez.
Pedro María Sánchez no volvió a grabar jamás. Su carrera se decantó, principalmente, por el teatro, donde está considerado una de las principales figuras nacionales. En los últimos años también se ha animado a dirigir. La canción perdió, con ello, a un cantautor personal y con cosas que contar.
[Texto publicado originalmente en EFE EME 51, de septiembre de 2003]
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