«Morfi Grei ha sido arropado por los Electroputas, una formación que suena como algo más que una banda de acompañamiento. El resultado es apocalíptico, estremecedor, capaz de remover conciencias»
Morfi Grei & Electroputas
«Cielos movedizos»
MUNSTER
Texto: ÀLEX ORÓ.
Tras diecisiete años de silencio discográfico, vuelve Morfi Grei, el carismático cantante de La Banda Trapera del Río, la formación pionera del punk en Barcelona. Miguel Ángel Sánchez (este es su nombre real) regresa afirmando que, como es el único superviviente de la generación del 76, no es un punk cualquiera sino el “rey del punk de España”. El otro rey el del “pollo frito” no cuenta para Grei, ni para muchos otros.
Como rockero veterano, Grei hubiera podido apostar por un regreso cargado de nostalgia manteniendo el nombre de La Banda Trapera del Río y dejándose acompañar por jóvenes músicos mercenarios pero ha optado por la opción más difícil y arriesgada. “Cielos movedizos” contiene once temas con letras sobre la muerte, la tortura y el amor adobados con sonidos electrónicos, punk y hard rock. Para conseguirlo, Morfi Grei ha sido arropado por los Electroputas, una formación que suena como algo más que una banda de acompañamiento y que está integrada por la guitarrista Betty Love además de Eddi Chifoni (guitarras y programación), Toni Bello (bajo y programación), productores también del disco. El resultado es apocalíptico, estremecedor, capaz de remover conciencias. En temas como ‘Los sudores de la muerte’ y ‘Oigo el tren’, Grei, un superviviente nato, un gato con más de siete vidas y con un by-pass en una arteria, nos muestra su capacidad de aceptar la muerte, ese hecho biológico del que nadie puede escapar. Temática parecido se aborda en ‘Sucio amor’, un tira y afloja sentimental con la señora de la guadaña. En cambio, en ‘Rambla arriba, Rambla abajo’ habla de los personajes de diverso pelaje que habitan en el tramo final de esta vía barcelonesa mientras que en ‘Surfing in Cadiz’, Grei denuncia el contraste que hay en las playas gaditanas entre los inmigrantes que llegan en pateras y los bronceados y fibrosos surfistas. El disco se redondea con una tenebrosa versión de ‘Te recuerdo Amanda’, de Víctor Jara, una revisión que demuestra que las buenas canciones pueden recibir cualquier tipo de tratamiento, incluido el de shock, como en esta ocasión.
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