«Mi relación con este disco tiene más que ver con la fascinación que me producía su manera de hablar del sexo y del amor, la sensualidad y el placer que destilaba, en plena adolescencia de inmigrante española en país escandinavo, que con su calidad musical objetiva»
Ana Laan acaba de publicar su tercer disco, el altamente recomendable «Sopa de almendras», así que no desaprovechamos la ocasión y le pedimos que nos cuente del álbum que le cambió la vida. «Midnight love», de Marvin Gaye, es su respuesta.
Marvin Gaye
«Midnight love»
COLUMBIA, 1982
Lo compré en vinilo, a los 15 años, en el año 1982. No recuerdo el precio, y además, era en coronas suecas, porque en esa época aún vivía en Estocolmo. Pero, vamos, seguro que mucho más barato de lo que son ahora los discos. Estoy casi segura de que fue mi segunda compra; el primero era uno del grupo disco Chic. Como ves, mis gustos eran bastante eclécticos.
Oí ‘Sexual healing’ por la radio –en esa época sonaba en todas partes– y me volví loca con la canción. Me atrapó la sensualidad de la voz y de los arreglos, justo a una edad de tantos despertares. La canción hablaba de sexo –que debía de ser el tema que más me interesaba en ese momento– sin tapujos, y sin vulgaridad. También la manera de cantar de Marvin Gaye, tan magistral, y tan lejana del mundo en el que yo me encontraba en ese momento.
Mis canciones preferidas del LP son ‘Sexual healing’, ‘Midnight lady’ y ‘Third world girl’. No creo que sea el mejor disco de Marvin Gaye, le pilló ya en franca decadencia, y por momentos la producción suena muy ochentosa, en el peor de los sentidos. Supongo que su mejor disco es ‘What’s going on’. Creo que mi relación con este disco tiene más que ver con la fascinación que me producía su manera de hablar del sexo y del amor, la sensualidad y el placer que destilaba, en plena adolescencia de inmigrante española en país escandinavo, que con su calidad musical objetiva.
Todavía, de vez en cuando, lo escucho, y es increíble cómo me devuelve a ese momento de mi vida, como si de nuevo tuviera solo 15 años y todo estuviera por descubrir.
–