«El estilo de Irish Coffe puede recordar al hard rock que practicaban los Purple pero también al de Huriah Heep, con un órgano que ejercía el papel de solista en muchas ocasiones»
Irish Coffe
«Irish Coffe»
GUERSSEN
Texto: ÀLEX ORÓ.
La sombra de la Mk II de Deep Purple fue muy alargada a finales de los sesenta y principios de los setenta. Hubo muchas bandas en todo el mundo que siguieron la estela de los británicos. Una de ellas fue la belga Irish Coffee, que en 1971 grabó su único LP, en el que se incluyeron ocho composiciones originales firmadas por los guitarristaa Jean Van Der Schueren y William Souffreaau. Como decíamos, su estilo puede recordar al hard rock que practicaban los Purple pero también al de Huriah Heep, con un órgano que ejercía el papel de solista en muchas ocasiones y que en los Irish Coffee tocaba Paul Lambert.
No obstante recordar no es calcar. Irish Coffee se distancian de sus contemporáneos británicos gracias al poderoso estilo vocal de William Soffreau en temas como ‘Can’t take it’ o ‘The show’. Soffreau tiene más de un registro en este disco y si en los temas citados es vocalmente agresivo y salvaje en otros como ‘The beginning of the end’ o ‘A day like today’ baja las revoluciones pero sin perder carisma ni energía. Unos meses después tuvieron un gran éxito con el single ‘Masterpiece’, un tema que no se había incluido en el LP. El grupo tenía posibilidades de conseguir situarse en la élite del rock europeo de los setenta pero por diversas circunstancias personales perdió alguno de los miembros que participaron en la grabación del disco que son sustituidos.
El grupo siguió adelante y grabó algunos singles más aunque no repiten el éxito obtenido con ‘Mastepiece’. En 1974, el organista Paul Lambert fallece en un accidente de tráfico, una tragedia que supone el fin de Irish Coffee. Este disco no se reeditó en CD hasta 2002. Guerssen presenta ahora esta edición en vinilo que, a diferencia del disco compacto, incorpora una hoja con una detallada historia del grupo que, por cierto, ha vuelto a los escenarios de la mano de William Suffreau.
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