«Mercedes Audras merece convertirse en una gran dama de la canción francesa –e hispana también, que posee orígenes argentinos–. Algo así como aquí es nuestra Luz Casal o allí es Françoise Hardy»
Mercedes Audras
«10000 Km»
GREEN UFOS
Texto: CÉSAR PRIETO.
Mercedes Audras merece convertirse en una gran dama de la canción francesa –e hispana también, que posee orígenes argentinos–. Algo así como aquí es nuestra Luz Casal o allí es Françoise Hardy. Le falta, claro está, el melodramatismo de la primera y la explosiva sencillez de la segunda, pero tiene también su nota de carácter: una naturalidad reposada que hace que sus canciones sean a la vez juveniles y serenas, directas y melancólicas.
Como en todas las grandes una serie de recurrencias marcan sus interpretaciones, pero en ningún caso las lastran, al contrario, consiguen traducir las emociones. Las canciones comienzan con una guitarra, con una segunda persona; en música esto significa tono menor y mirada amorosa. Y, sin perceptibles cambios, cuando terminan son otra canción, tensado el nervio por cuerdas, destensado por vientos, folk y pop soleados.
Los finales resultan preciosistas y deliciosos. El extremo lirismo de ‘A découvert’ o de ‘Reviens’ se encoge en el violín, la desgarrada declaración de amor a su padre que supone ‘Tú y yo’ toma oxigeno de las trompetas y en ‘Tú m’inspires’ –que es pura Françoise Hardy– sólo cinco fraseos finales del magistral Hugo Lobo dan al aire de la melodía una finura otoñal.
Precisamente ‘Yeux d’enfant’ se la presta la divina –de hecho ya se la había ofrecido en su debut–, perdida desde su repertorio de finales de los setenta y Mercedes le da la misma claridad en el cantar y las imágenes, la misma emoción. Y la que da título al disco es una composición de Carlos Tarque que resulta delicada e ingenua en una voz femenina. También sabe rodearse de los mejores colaboradores, y los traduce con personalidad y mimo. Lo dicho, ahora sí: una gran dama de la canción.
–