Extravagante: Leon Russell

Autor:

Leon Russell
“Leon Russell”
SHELTER, 1970


Una sección de VICENTE FABUEL.


Chocante la noticia de la gira y disco que artistas en principio tan alejados como Elton John y Leon Russell acaban de iniciar venerablemente juntos. O quizás no tan chocante, en realidad lo que debería de chocar es la actual deriva de ambos, sensiblemente la del Sir inglés, lo más parecido hoy a un artista en excedencia, un millonario creativamente en estado vegetativo que allá en sus comienzos a mitad de los sesenta (1) curiosamente pareció tener más de un contacto con el músico americano.

Aunque hoy parezca poco probable, hubo un tiempo, primeros años 70, en los que el peludo Leon Russell (Oklahoma, 1942) figuró en el TOP 10 de artistas más glamourosos del rock. Poderoso y autosuficiente, le bastó colorear unas mechas de su larga melena blanca para que mediáticamente accediese a la escena glam. Músico singular como pocos, en su faceta como instrumentista de sesión, Russell se enfrentó y pudo realmente con todo: tocó a sueldo para enemigos irreconciliables como Jerry Lee Lewis y Frank Sinatra; grupos tan alejados entre sí como los Rolling Stones o Gary Lewis & The Playboys o personalidades tan dispares como The Band o Phil Spector, cualquier experiencia sumaba, y fueron muchas, se diría que Leon Rusell vivía en los estudios de grabación. La lista de discos y artistas que contaron con él ya fuese en calidad de compositor como de productor, arreglista, pianista o guitarrista es tan extensa que los interesados se verán obligados a visitar su propia y extensa web personal. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de colegas de los estudios, pocos han desarrollado una carrera tan personal e independiente al alejarse de ellos.

Presentar este disco que comentamos como su primer álbum (2) no es más que una solemne falacia. Russell no sólo venía dejando ya su impronta durante diez años en perlas del calibre de “Wouldn’t it be nice” (Beach Boys), “Mr. Tambourine man” (The Byrds) o “River deep, mountain high” (Ike & Tina Turner), puntales, al fin y al cabo, en los que nuestro invitado estuvo rodeado de talentos por todos lados, sino que había esparcido su rastro de forma mucho más personalizada en pequeñas joyas de orfebre que los especialistas veneran como el “Let’s go” (The Routers), el “Little Honda” (The Hondells) o el “Everybody loves a clown” (Gary Lewis & The Playboys).

Lo que sí empaquetaba por primera vez “Leon Russell” (editado por el propio sello discográfico del artista, Shelter Records) era una fascinante amalgama de gospel, barrell house, dixie y blues que –tras la estela abierta un año antes por el “Music from Big Pink» de The Band– imponía naturalidad y sencillez en el mundo del rock tras los años de excesos psicodélicos. A pesar de una producción algo plana, todos los honores debidos a un disco cuya cara A se abre con “A song for you”. Diríase un blues a lo Broadway, una impecable torch song digna de ser firmada por cualquiera de los grandes de los 30 y que al ser defendida por la insólita voz circense de su autor tuvo que esperar a que voces más pertinentes políticamente (Donny Hathaway, Peggy Lee, Ray Charles …) la canonizasen. La vida de esta canción ha resultado tan azarosa que a ella podría recurrirse para definir lo que debería ser un clásico, a ver qué tal: todo aquel tema capaz de grabarlo tanto Sonic Youth como Cristina Aguilera. Cierto, ‘A song for you’ logró conciliar a esas dos luminarias. Pero ese registro slow cambiaba de pronto, Russell afilaba uñas con el dylaniano ‘Masters of war’, saltaba con el espectacular ‘Shoot out on the plantation’, frenético número de piano-gospel que curiosamente puede recordar al Elton John de esos mismos años y (aunque sólo en la versión CD «14 Karat Gold», de 1993, y como bonus track) contaba con la primera aparición vocal de Mick Jagger fuera de los Stones en el vibrante ‘(Can’t seem to) Get a line on you’ (3).

Más lujos, llega otro de los grandes y delicados blues del disco, ‘Hummingbird’, que haría parecido recorrido a ‘A song for you’ hasta que le llegase el reconocimiento popular con la versión de B.B. King. Continuamos rindiendo honores a este disco porque en su lado B irrumpe ‘Delta lady’, otra perla tan propia, tan aparentemente fuera de su tiempo, un gospel dinamizado por un bailable ritmo de jerk del que cuentan fue inspirado por la belleza y serena voluptuosidad de la vocalista Rita Coolidge (4) y sobre la que no encuentro motivos del porqué su autor no llegó a cantarla en el concierto de Bangladesh donde –si no lo hizo fue quizás por que no le dejaron– hubiese literalmente barrido con aplastante autoridad (5). Y como ni queriendo se pueden destripar todos los secretos de un buen disco, vana pretensión en la que solemos caer más de la cuenta, termino sugiriendo que dado el desbordante barroquismo que lo adorna, esta obra hoy ligeramente fuera de onda merece un acercamiento desprejuiciado al que, de sentirse valientes, ustedes quedan gentilmente invitados.

NOTAS:

(1) Cuando un Elton John de apenas 13 años aún usaba su auténtico nombre de pila, Reginald Dwight (primeros años 60), fundó el grupo Bluesology, pequeña institución dentro de la escena del rhythm & blues británico y aún más exigua discografía (apenas tres invisibles singles) que llegaría a codearse con cierta aristocracia del R& B de la época: Alexis Korner, Long John Baldry, Isley Brothers, Major Lance, Patti Labelle …

(2) El primer álbum íntegro en el que LR actuó con absoluta responsabilidad fue el “Rhapsodies for young lovers” (1966) del grupo The Midnight String Quartet, combo fantasma en línea instrumental /exótica que grabó para Viva Records, minúsculo subsello especializados en todo tipo de oportunos exploitos a cargo del veterano productor Snuff Garrett. En 1968 aparecería el segundo álbum bajo su nombre: el disco “Look inside the asylum choir” que venía firmado como Leon Russell & Marc Benno y que bajo una imponente portada presentaba una extraña y jovial muestra de psicodelia hippie que feliz y recientemente ha sido recuperada por Rev-Ola Records.

(3) ‘(Can’t seem to) Get a line on you’, aquí firmada por Leon Russel aparecería un año más tarde y en nueva versión como ‘Shine a light’ en el “Exile on Main Street” de los Stones. Firmada por Jagger / Richards, por supuesto, la conocida y proverbial generosidad de los Rolling siempre ha sido de dominio público. Además de su banda habitual, Leon Russell contó en este disco con la ayuda de los Stones Mike Jagger, Charlie Watts y Bill Wyman; los Beatles George Harrison y Ringo Starr, y un largo etcétera encabezado por Eric Clapton, Steve Winwood, Joe Cocker, Klaus Voorman o Delanney & Bonnie, una verdadera apoteosis del síndrome “la ayuda de la amistad” tan presente en la escena rock hippie de esos años.

(4) La vocalista de origen indio Rita Coolidge se casó con Kris Kistofferson en 1973, al parecer poniendo fin a sus años de agitación sentimental entre la élite del rock californiano. Se ha contado que su abandono de Stephen Stills en favor de Graham Nash, sería el detonante definitivo de la separación de Crosby, Stills, Nash & Young. Así lo relata David Crosby, considerado desde siempre un ilustre bocazas, en el corte ‘Cowboy movie’ de su primer álbum en solitario, “If i could only remenber my name” (Atco, 1971), y que el propio Stills también mencionaba un año antes en su canción ‘Sit yourself down’ perteneciente a su primer y homónimo álbum en solitario de 1970. Para que luego todo el mundo hable del torero Luis Miguel Dominguín y Ava Gardner.

(5) A pesar de gozar del set más corto de la terna de estrellas participantes, pocos dudan hoy que Leon Russell acabó siendo el virtual vencedor del polémico Concert for Bangladesh celebrado en New York en 1971, batiendo en su propio terreno al mismísimo organizador, un poco entonado Harrison más desafinado que nunca, y a un Dylan semiacústico y de perfil un tanto bajo. Paradoja final, después de haber trabajado a destajo para Phil Spector, el mítico productor hoy en la cárcel fue finalmente el reclutado para poner algo de orden y sentido a la grabación que finalmente se editaría en forma de triple álbum.


Anterior entrega de Extravagante: Bambino.

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