Mi Generación
‘Toma tu parte de felicidad’ / ‘Triste y solo’
Single: PALOBAL, 1971
VALOR: 500 Euros.
Una sección de VICENTE FABUEL.
Práctica común entre músicos foráneos, no es habitual encontrarse en la red con un blog como éste que desde ya se recomienda firmemente. Blog que desde diciembre del 2009 confecciona con mimo José Valverde (Pepe Zappa, entre los amigos), guitarra y bajista del añorado grupo Mi Generación, quizás uno de los mayores re-descubrimientos que las nuevas hornadas psicodélicas hispanas han hecho recientemente de nuestro legado musical 70. Veamos, «re-descubrimiento» debe de quedar algo presuntuoso, coloquialmente vendría a decir que de haber existido alguien que valorase en su día estas músicas entonces tan esquinadas, desde luego a gala tuvo llevarlo bien calladito.
Estamos hablando de un señor blog, completo, ameno y bien escrito, que además de repasar exhaustivamente la carrera del grupo dotándolo de un valioso material fotográfico, le sirve a su autor para reflexionar sobre los vidriosos condicionantes que la España de los primeros 70 imponía a un grupo musical tan especial como Mi Generación (una formación ¿prog / folk / Costa Oeste / freak-beat /psych?). Un blog repleto de valiosas reflexiones sobre la música, las discográficas independientes de los 70, los clubs, los festivales, los bolos, Ibiza, los hippies, el sexo y demás entelequia rockera, a las que la ironía que maneja Pepe Zappa les hace un gran favor: este blog poco tiene que ver con el penosillo tono habitual de tantas y tantas páginas nostálgicas, a menudo reducidas a lanzar pedestres comentarios y ramplonas añoranzas. Visítenlo, éste es todo lo contrario.
A pesar de contar con una considerable obra (cuatro LPs y dos singles) y de que en sus filas militó alguien de la valía de Eliseo Parra, un músico, compositor, cantante y percusionista aún vigente y en plenitud, lo bien cierto es que si estamos aquí reunidos en torno a Mi Generación sin duda debe de ser –y ahora vendría lo del re-descubrimiento– porque un buen día de noviembre de 1970 los hados hicieron que estos chicos se toparan con el aparentemente poco distinguido original del inglés Graham Gouldman, “Sad and lonely” (que un año antes había sido publicado tanto en Inglaterra como en Francia en formato single a cargo del grupo Garden Odissey Enterprise) y los españoles le correspondiesen con la obligada versión hispana del original inglés. Hasta ahí, lo habitual en esos años. Pero aquello no sería de ningún modo una versión más. Se cuenta en el blog que la discográfica Palobal les entregó un single demo de una sola cara (que nunca jamás hemos visto), que venía envuelto en una funda en blanco rotulada a mano y que la orden tajante de la discográfica era que la grabasen en español. Ya se ha dicho, lo habitual.
Superada la aversión por grabar material ajeno, más si éste es impuesto y sin mediar partitura alguna, el grupo se percató de las posibilidades que ofrecía “Sad and lonely” y rápidamente se aplicaron tanto en la adaptación del texto como del arreglo, algo menos guitarrero que el original pero mucho más flotante y expansivo, buscando ecos de los hoy no demasiado recordados Three Dog Night, y fuera por lo que fuese: la impronta en origen del tema de Goulman, la vorágine creativa del propio grupo, quizás la inspiración de aquel concreto día en el modestísimo estudio de grabación Gema bajo la producción del infravalorado Miguel Casas (hijo del veterano músico Casas Augé y productor de grupos como Evolution o Pan y Regaliz), lo cierto es que al final se obró el milagro y el soberbio “Triste y solo” quedó perfectamente grabado y dispuesto a incendiar «discotheques» de moda… si un buen DJ hubiese tenido algo de oído visionario, por cierto, acreditada su autoría en la galleta del disco a un curioso Graman-Gouc-Onan (¿?).
El siguiente paso resultó heroico, tras esos exultantes credenciales Palobal no encontró mejor salida que alojarla en la cara B de su primer single. Un lanzamiento clandestino, pues, que llegaría a editarse (año 1971) con dos portadas diferentes, la segunda de ellas haciendo referencia a la participación del grupo en el Festival Pop del Puerto de Sagunto (Valencia), en el que habían alcanzado el primer premio interpretando el tema “Toma tu parte de felicidad”, que a la postre acabaría ocupando la afortunada cara A del sencillo. Resumamos, pues, tenazmente ignoradas ambas, era en su lado B donde el disco lució al prodigioso “Triste y solo”, diabólico corte bailable con ecos de beat, soul y psicodelica, con uno de esos trazados que a los 10 segundos ya alcanza su pico mas alto y que la espléndida voz del solista Xavier Garriga ayuda a que jamás decaiga en sus gloriosos tres minutos restantes. Una de esas canciones –euforizante como pocas en la historia del rock español– que parecen guardar eternos ases en la manga: ninguneada en su momento, imposible de valorar adecuadamente incluso para los que la escuchamos en directo en el club Nito’s de San Antonio (Ibiza) en 1973 y –probablemente– un tesoro de cuyo rango ni los propios músicos que la crearon fuesen conscientes. Sin duda, uno de esos magníficos fogonazos de inspiración que no llegan a explotar definitivamente en su día y que como tantas otras canciones históricas parecen reservarse para dos o tres generaciones futuras. Así justamente se comportó el gran “Triste y solo”, llegándole su hora y recogida de aplausos con el relevo de siglo.
Que nadie se engañe, supongo que ha quedado claro que aquí se habla todo el tiempo del genuino “Triste y solo” de Mi Generación y no del notable original “Sad and lonely” de Graham Gouldman (por otro lado, el ex 10 C.C. que compondría magníficos clásicos para The Yardbirds como “For your love”, “Heart full of soul” o “Evil hearted you”), y que en su caso hizo algo así como un valioso boceto susceptible de que alguien cómplice consiguiera proyectarlo en toda su grandeza, justamente lo que hizo el grupo catalán, logrando de paso que con el transcurso de los años llegase a ser probablemente el single de rock español con cotización más elevada en todo el orbe, aunque finalmente reeditado por Wah Wah Records en edición autorizada para todos los públicos. En ambas opciones –cierto que una algo más gravosa que la otra– un capricho retardado de los dioses hispanos al alcance de tu mano.
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Anterior entrega de Objeto de Desero: La Banda Trapera del Río.