Pepe Nieto y su Orquesta
“El sonido joven de Pepe Nieto y su Orquesta”
COLUMBIA, 1968
Texto: VICENTE FABUEL.
Las baquetas de Pepe Nieto ya habían guiado rítmicamente al Jazztet de Madrid, el grupo de referencia del jazz madrileño de los primeros sesenta, por el que habían desfilado nombres ilustres del jazz y los estudios de grabación como Joe Moro, Vladimiro Bas, Pedro Iturralde o Juan Carlos Calderón. Pero entre sus inicios jazzísticos y su posterior dedicación a la creación de bandas sonoras en las que aún hoy se mueve, Pepe Nieto abanderó como productor un bocado del pop más rompedor y novedoso que hacia finales de los sesenta y primeros setenta se hizo por estos lares a través de su trabajo para el sello Columbia (Vainica Doble, Ivana, Archiduques, Tickets…). Y en 1968, al frente de su orquesta, la misma que sostenía sus producciones, iba a sacar su primer disco como orquestador ye-yé, un peculiar y brillante disco ye-yé.
Los músicos que le acompañaban en el Jazzet más el futuro organista de Los Bravos, Jesús Gluck, le arroparon en este disco rutilante al que la bienvenida marea del lounge y del easy listening ha colocado en primer plano, y que luce como premisa y principal característica unos arreglos dominados por los vientos (trompetas, trombones, trompas y saxos), reuniendo un total de catorce sopladores, que ya es soplar.
“El sonido joven de Pepe Nieto” traía un repertorio insuperable, clásicos punteros como ‘Thes boots are made for walking’, ‘Soul finger’, ‘Satisfaction’, ‘Reach out I’ll be there’ o ‘Land of thousand dances’, que servían a Nieto para ofrecernos su rica y original mirada de matices a ratos jazzísticos, a ratos extravagantes, de los temas más chulos de esos años. Al productor no le costaba nada, con músicos tan cualificados, coger un tema y darle una pátina de fina fantasía, como es el caso de ‘Pata pata’ al que, sencillamente, sustituía la voz del original por un piano, y el resultado resplandecía. O el sensacional arreglo con el que trataba el ‘San Francisco’ de John Phillips, a base de trompas y saxo tenor, o la brillante ligereza del ‘Cast your fate to the wind’, de Vince Guaraldi, con los saxos y trombones más «cool» de aquel año.
Un estupendo y desconocido trabajo de Pepe Nieto, dotado de gran personalidad y que demuestra una vez más el deficiente conocimiento que se tiene de nuestro pop menos reciente. ¿Alguien se atreve a reeditarlo?
[Este texto se publicó originalmente en EFE EME 14, de enero de 2000, en la sección “Extravagante”]
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