Aquí va una selección de los que creemos han sido los veinte mejores discos del año que ha terminado en el apartado internacional, que no anglosajón: La puerta está abierta a sonidos de cualquier rincón del planeta. Discos de géneros variados que no defraudarán a quienes los escuchen y que, por encima de todo, emocionan. En primer lugar se ha situado el francés Benjamin Biolay y su «La superbe».
Benjamin Biolay
«La superbe»
NAÏVE
Quienes quisieron ver en Biolay al heredero natural de Gainsbourg no andaban errados: El francés ha demostrado ser un músico superdotado, capaz de manejarse con soltura e ingenio en cuanto género cree conveniente pero sabiendo ser siempre él mismo. En esta doble entrega se pasea por el jazz, el pop, la chanson, el sopken word, la música orquestal… No hay barreras para Biolay, un tipo atrevido y desprejuiciado que además escribe formidables letras descreídas que retratan la ansiedad, angustia y soledad del mundo en el que vivimos. Como dijo Blanca Plastic aquí mismo, uno quiere quedarse a vivir en sus canciones. Pero como tal cosa se antoja imposible, lo mejor es disfrutar de esta colección de temas adictivos y deslumbrantes.
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Bob Dylan
“Together through life”
CBS/SONY
Dylan, el maestro, sigue firmando obras formidables en su nueva juventud dorada. E incide en los sonidos añejos, el blues, el country o el gospel rural para afrontar los tiempos modernos. Su voz de lija y sus conceptos musicales son una de las mayores alegrías que nos está deparando el siglo XXI. Quién lo iba a decir.
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Willie Nile
“House of a thousand guitars”
BLUE ROSE/MASTERTRAX
Este es el gran disco de rock and roll clásico del año: Fresco, divertido, contagioso, energético, pleno de canciones como puñetazos. Muy superior a las últimas obras de los grandes nombres de relumbrón.
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Noel McKoy
«Brighter day»
TRI-SOUND
Primera referencia del nuevo sello de Marshall Chess y uno de los grandes discos de soul del año, con referencias muy claras a, por ejemplo, Marvin Gaye, los Temptations o Prince. Sorpresa mayúscula desde el Reino Unido, en la que (casi) nadie parece haber reparado.
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Rickie Lee Jones
«Balm in gilead»
FANTASY/UNIVERSAL
Como siempre, entre el pop, el jazz, el blues y el soul la gran dama de la voz delicada derrocha buen gusto, en esta ocasión hasta se atreve a pasearse por el mundo rural. Un disco próximo y conmovedor que refleja la paz de espíritu de su autora.
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Litto Nebbia
«Soñando barcos»
EL PESCADOR DE ESTRELLAS/EMI
Este es un trabajo casi español, con letras de Juan Mari Montes y medio producido por Paco Ortega en Madrid. Pero sigue siendo Nebbia, con su huella argentina inconfundible, y su maravilloso concepto del pop sin edad para naufragar en él, de noche, o con los ojos cerrados.
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Madness
“The liberty of Norton Folgate”
NAÏVE
Gloriosa reaparición de Madness tras una década de sequía creativa, con uno de los mejores trabajos costumbristas de esta banda gloriosa. Divertidos y eficaces, como los Kinks de su mejor época, quizás los únicos que podrían batirles en su terreno.
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Coralie Clement
«Toystore»
EL VOLCÁN
¡Otro disco de Benjamin Biolay! En este caso, escrito y producido para su hermana, Coralie Clement. Una pieza de la mejor escuela del pop francés femenino, pelín perverso, pelín sensual, absolutamente encantador y fantasioso.
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Franz Ferdinand
«Tonight»
DOMINO/PIAS
Lejos de ablandarse, el cuarteto de Glasgow percute con fiereza en la pista de baile en un tercer disco que no necesita cambiar la fórmula en demasía para deslumbrar, aunque contiene alguna incursión en territorios ignotos como el afrobeat (‘Send Him Away’).
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Wilco
«The album»
NONESUCH/WARNER
Jeff Tweedy abraza la sencillez pero sigue disparando melodías luminosas entre el rock, el pop y la raíz. Aunque a muchos les pese, el grupo ha crecido y ya es un clásico del rock estadounidense. Una banda que nunca baja del notable alto.
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Wolfmother
«Cosmic egg»
ISLAND/UNIVERSAL
He aquí el disco rudo del año. El segundo de los australianos, ahora con Andrew Stockdale como líder absoluto, se refina pero continuando con esa suerte de retro hard que tan bien les funciona. Probablemente, Wolfmother están llamados a ser primeras filas del rock, tiempo al tiempo.
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Os Mutantes
“Haih… Ou Amortecedor… ”
ANTI/PIAS
Este es el primer disco en 35 años de la gran banda brasileña, rearmada para la ocasión, pero sin Rita Lee. Siguen sonando a ellos mismos pero trasladados al siglo XXI, incidiendo, eso sí, en su habitual espíritu irreverente y su mezcla de tradición y experimentación.
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Elvis Perkins
“In Dearland”
XL/POPSTOCK!
El segundo del cantautor meláncolico lo confirma como uno de los nombres esenciales de la nueva ola de bardos estadounidenses, entre Dylan y Cohen pero con argumentos contemporáneos y hechuras personales.
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Roberto Fonseca
«Akokan»
ENJA/MONTUNO
Pura magia es lo que interpreta este genial pianista –también arreglista y productor– cubano, un genio treintañero que se escuda en el jazz latino para desplegar su talento fantasioso e innovador en un disco hipnotizador. A ratos parece que tanta belleza sea imposible.
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Allen Toussaint
«The bright Mississippi»
NONESUCH/WARNER
El viejo maestro nos enseña el camino que lleva por el Mississippi, paseándonos por sus recodos, afluentes y orillas en un viaje que desemboca en música celestial: del jazz al blues. Este CD, lo mismo anima bautizos, como bodas o entierros. Es incombustible.
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JJ Cale
«Roll on»
BECAUSE/WARNER
Con la garganta arañada por la arena, y con 70 años de edad, el maestro del rock perezoso invoca al sol para que caliente esas melodías tan suyas que se sitúan más allá del tiempo para dar cobijo a gente sensible. Su guitarra sigue siendo única.
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Phoenix
«Wolfgang Amadeus Phoenix»
LOYAUTÉ/V2
A la cuarta el grupo de Versalles consiguió una obra redonda de principio a fin, en un juego que tomaba conceptos del pasado –’1901′, ‘Lisztomania’, el propio título– para convertirlos en gozoso pop, en un sentido tanto musical como cultural.
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Raíces
«30 años»
MELOPEA/WARNER
Esta reunión de la formación original de Raíces salió en argentina en 2008, pero aquí en 2009. Se trata de un disco, con Beto Satragni y Andrés Calamaro, que sigue con esa rica fusión de candombe y funk tan identitaria del Río de la Plata. Se puede escuchar con calma, pero también se puede bailar.
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Mark Knopfler
«Get Lucky»
VERTIGO/UNIVERSAL
Ajeno a la presión comercial, Knopfler se muestra sólido, maduro y crepuscular en este homenaje a su infancia escocesa y a sus primeros años en Newcastle lanzándose para ello a las raíces de la música norteamericana. Una obra maestra no recomendable para prejuiciosos.
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Kings of Convenience
«Declaration of Dependence»
VIRGIN/EMI
El dúo noruego se lo toma con calma (cinco años sin disco), pero esa parsimonia está justificada cuando consiguen la perfecta conjunción entre desnudas melodías acústicas (dos voces y otras tantas guitarras) y temas más vestidos de instrumentación, que incluso se atreven a arremeter contra el imperialismo en cortes como ‘Rule My World’… con mucha elegancia, claro.
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