“Si en vida Jacko produjo el álbum más vendido de la historia, ‘Thriller’, su muerte disparó la atención global. Revitalizó una industria en decadencia. Un triunfo más a añadir a sus impresionantes récords”
Una sección de ADRIAN VOGEL.
La muerte ha sido motivo de creación artística durante siglos. Músicos, escritores, pintores y más recientemente cineastas se han inspirado o servido de ella. Con la aparición y masificación de lo que podríamos denominar “productos culturales y de ocio” también ha sido objetivo de los departamentos de marketing de distintas empresas. Sean o no del mundo creativo. Ciñéndonos al Planeta Música, ¿quién no recuerda los muñecos y las figuras de Elvis que han aparecido en varios anuncios?
El fallecimiento de un artista, músico y/o autor suele ir acompañado de una revisión de su obra. A las necrológicas de los medios de comunicación, que glosan y alaban sus obras, se une el componente comercial. ¿Qué mejor oportunidad para rentabilizar la atención mediática generada alrededor del desaparecido? Pero no siempre se tiene éxito, por muy infalible que parezca la fórmula. Y tan sólo los más grandes sobreviven al paso del tiempo. Que se alimenta a través de reediciones, masterizaciones, recopilatorios, grabaciones de tributos y homenajes a cargo de otros artistas, etc.
Recientemente lo hemos comprobado con la edición especial de la obra de Antonio Vega o con los dos CDs de Mercedes Sosa (uno por cada discográfica que poseía los derechos de sus grabaciones). Michael Jackson sería el paradigma de todo lo relatado hasta ahora.
Si en vida Jacko produjo el álbum más vendido de la historia, “Thriller”, su muerte disparó la atención global. Revitalizó una industria en decadencia. Un triunfo más a añadir a sus impresionantes récords. Y estos días se ha estrenado en los cines su “This Is It”, que es algo así como el “making of” de lo que hubiesen sido sus actuaciones en el O2 londinense (rompiendo todas las marcas, en este caso de taquilla). Hasta los más escépticos de su arte se han rendido ante lo que han visto. Y es que las actuaciones –o “performances”, si así se prefiere– de Jackson siempre fueron del máximo nivel.
En el caso de los grupos su disolución plantea paralelismos similares. Con bandas legendarias como los Beatles acabamos de vivir una nueva explosión de ventas, que les ha vuelto a colocar en todo lo alto.
El mecanismo de cantar un dueto con un difunto fue inventado en EE.UU. Natalie Cole cantó un tema con su padre, el genial Nat King Cole. En España la primera experiencia se realizó con Nino Bravo. Importé la formula y la ampliamos a varias canciones. Además se incluyeron las versiones originales. Había más ganchos, incluido el precio (2×1), pero no es ni el sitio ni el momento de relatarlos aquí. Tan sólo comentar que funcionaron todos. Fue el álbum de esas Navidades y revitalizó la figura del bravo cantante valenciano. Que se ha ido alimentando con más ediciones, un musical (que ha estado girando), anuncios con versiones de sus canciones… Y para estas Navidades está previsto el lanzamiento de un disco tributo, “40 años con Nino”, con la presencia de artistas que van desde Seguridad Social hasta Marta Sánchez, pasando por Rosario o David Summers entre otros.
En resumidas cuentas a algunos la muerte les sienta tan bien…
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