CD DE LAS SEMANA: «Imperfectos», de Manolo Tarancón.
«En ‘Imperfectos’ las canciones cuajan sin problemas, con la voz de Tarancón sonando en ocasiones al estilo de los viejos cantautores hispanos con un trasfondo musical que igual podía pertenecer al último Dylan que a Wilco»
Manolo Tarancón
«Imperfectos»
COMBOI RECORDS
«Imperfectos» presenta a Manolo Tarancón como es él, sin la sombra de Quique González y Nacho Vegas planeando sobre sus canciones como ocurría en la anterior entrega. Aunque la influencia de los citados monstruos de nuestro rock sigue siendo patente, esta vez Tarancón impone su propia personalidad sobre los temas que conforman su tercer trabajo; maquetas y descargas gratuitas aparte.
Cada canción del disco obedece a las sonoridades folk rock exportadas por EEUU, aquellas que Los Secretos introdujeron en España hace años –alguien debería recordar eso de vez en cuando–, las mismas sonoridades que Quique González y Nacho Vegas retomaron y actualizaron con su maestría habitual y las que funcionan tan bien en los recientes discos de Pereza, Fabián y Bunbury. Toda una nueva generación de discos que se centran en Estados Unidos y tratan de combinar, con mayor o menor fortuna, la tradición española con la yanqui.
«Imperfectos» encaja en la serie de citados discos, funciona bien y las canciones cuajan sin problemas, con la voz de Tarancón sonando en ocasiones al estilo de los viejos cantautores hispanos con un trasfondo musical que igual podía pertenecer al último Dylan que a Wilco. Pese a que todas las canciones de este nuevo disco del valenciano (de adopción, aunque natural de Castellón) marcan un buen nivel, es cierto que algunas despuntan por encima de otras. Nada malo, aunque eso nos hace pensar que el mejor disco de su autor aún está por llegar. ‘Alfama’, ‘Música fácil’, ‘Sin salir de aquí’ juegan en una liga superior a la de sus compañeras, aunque sin desmerecerlas, por supuesto. No se trata de haya canciones de relleno –¡ni mucho menos!–, es que entre buenos temas los hay verdaderamente notables.
La producción de Paco Loco es la habitual de las obras en las que el hábil productor trabaja –sonido grave, ambiental, único–, sentándole muy bien a las bonitas canciones de un Manolo Tarancón que se muestra inspirado, con acierto y con ganas.
JUANJO ORDÁS.
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Rodrigo Leao & Cinema Ensemble
«A Mae»
RODRIGO LEAO/RESISTENCIA
Cada vez que Rodrigo Leao baja a la Tierra y nos concede el gran privilegio de su música, produce una tremenda nostalgia pensar que este milagro ya sólo puede darse muy de tanto en tanto porque el trazo más grueso de la industria no está ya para los trotes de alinearse con la música en su máximo estado de belleza. Un compositor de tan largo recorrido como Leao no tenía necesidad de haberlo hecho, pero se reinventó con maestría en «Cinema» (2004) y de aquella experiencia única aún salen hoy muchas grandes cosas que contar.
Digamos que Leao ha encontrado ya su lugar confortable –no sabemos si definitivo–, a caballo entre el sentimiento bohemio y la música de cámara, la chanson y el tango, el piano y los violines, la concisión minimalista y la suntuosidad orquestal, el folletín y el melodrama. Lleva por montera la idea de la vieja Europa, decadente pero civilizada, dueña orgullosa de una identidad cultural muy personal desde el siglo XIX.
Leao tiene además dos grandes amigas que le cuidan y le miman en todas sus producciones: la sensibilidad y la melodía. Busques donde busques, las encuentras a las dos. En la instrumental «A Mae», dedicada a su madre (fallecida el pasado mes de enero), con una carga emotiva claramente superior al resto. En los lánguidos temas cantados por Ana Vieira, su musa vocal desde hace años. Incluso en las piezas abiertas a «parceiros» tan singulares como Stuart A. Staples de Tindersticks (‘This light holds so many colors’), Neil Hannon de Divine Comedy (‘Cathy’) o Daniel Melingo (‘No digo nada’). Precisamente los dos primeros representan –como lo hizo también en «Cinema» la propia Beth Gibbons– ese romanticismo tan a la «fin de siecle» con el que Leao congenia desde su inmensa atalaya atlántica.
«A Mae» es, como mínimo, otra obra maestra de Rodrigo Leao. Tendremos el lujo de poder disfrutar de ella el 2 de noviembre en Madrid (Teatro de la Zarzuela) y el 24 en Barcelona (Petit Palau de la Música).
GERNOT DUDDA.
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Rufus Wainwright
«Milkwaukee at last!!!»
DECCA/UNIVERSAL
Rufus Wainwright pasa por un momento interesante. Su incursión en la ópera le ha arruinado y en la actualidad se pasea por los escenarios con la única compañía de su piano para hacer caja. En cualquier caso, es obvio que el inimitable Rufus sobrevivirá para continuar trabajando su pop barroco y único.
La edición de lujo de «Milkwaukee at last!!!» contiene un DVD con el concierto que Wainwright ofreció en la localidad que le da título, más un CD sencillo con únicamente diez temas de la misma grabación. No, el soporte audio no incluye el concierto entero, por lo que siempre resultará más interesante la edición extensa con DVD. Se trata del tour de presentación de «Release the stars», su último disco en estudio del que ofrece todos sus temas ante una audiencia entregada. Entre las novedades hay hueco para viejos clásicos de su repertorio (‘The art teacher’, ‘I don’t know what it is’) e incluso para su andrógina performance a ritmo de Judy Garland, dando forma a un concierto muy similar a los que pudimos contemplar en España. Cierto, no hay espacio para clásicos como ‘The one you love’ y ‘Movies of myself’, pero a cambio tenemos un maravilloso testimonio de un instante en la carrera de un tipo único. Los medios desplegados no son excesivos, aunque si correctos y profesionales. Para excesos ya tenemos a Rufus, un número uno. Una gran banda y un gran músico para un gran trabajo que invita a introducirse en su compleja obra.
JUANJO ORDÁS.
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The New Raemon
«La dimensión desconocida»
B-CORE
Cuando la semana pasada abrí el buzón de mi casa, tuve una de las mayores alegrías musicales de los últimos meses. Entre la correspondencia había un sobre del sello barcelonés B-Core en cuyo interior encontré una copia de «La dimensión desconocida», la tercera referencia discográfica de The New Raemon, seudónimo tras el que se esconde Ramón Rodríguez, uno de los músicos más inquietos de la escena independiente de la Ciudad Condal.
En 2008 The New Raemon sorprendió agradablemente con «A propósito de Garfunkel», una colección de canciones íntimas que narraban una ruptura sentimental del artista y desnudaban sus sentimientos. Maravilló por su capacidad de mezclar ironía, ingenio y pesimismo a partes iguales con unas letras absolutamente inusuales. A los pocos meses editó un EP de 10 pulgadas titulado «La invasión de los ultracuerpos», una grabación con reminiscencias cinematográficas que pretendía ser un epilogo de «A propósito de Garfunkel» pero que en realidad se ha revelado como un puente para llegar a «La dimensión desconocida». Estaba ansioso por descubrir si este nuevo disco de Ramón Rodríguez refrendaba las buenas sensaciones que me produjeron sus dos lanzamientos anteriores y que me habían llevado a escribir en esta misma sección que «si The New Raemon sigue esta senda puede aportar muchas cosas al pop español (todas buenas y diferentes). El listón queda muy alto.»
Pues bien, tras esta larga introducción, tengo que decir que sí, que The New Raemon continúa entregando canciones inclasificables y mantiene su nivel compositivo a gran altura, «La dimensión desconocida», no obstante, se diferencia en algunos aspectos de «A propósito de Garfunkel». En primer lugar, en este nuevo trabajo Rodríguez se ha rodeado de una banda para dar más empaque sonoro a las canciones, aunque algunas mantienen la desnudez acústica del anterior trabajo. Con este nuevo envoltorio, sus temas suenan pulcros y mantienen esa línea indie-folk que tan agradable resultó en sus anteriores referencias discográficas. A nivel musical, una de las canciones más destacadas por sus arreglos es ‘Dramón Rodríguez’, en la que el músico demuestra su capacidad para reírse de sí mismo. En segundo lugar, las letras pesimistas ya no dominan de manera absoluta el disco. The New Raemon da una oportunidad al optimismo en ‘Estupendamente’, una canción que habla del dilema vital de quedarse quieto tras un traspié o dar un paso al frente y superarlo. En esta línea podemos encontrar ‘Variables’, en la que Rodríguez apuesta por dejar a atrás las dudas. También destaca ‘La siesta’, otra historia de amores imposibles entre alguien que toca de pies en el suelo y otra que no. En el ámbito del pesimismo y la oscuridad, merece la pena detenerse en ‘El fin del imperio’, con referencias a la crisis económica que estamos atravesando. ‘Sucedáneos’, es un tema ya editado en el EP de 10 pulgadas y que nos retrotrae al New Raemon de «A proposito de Garfunkel». The New Raemon ha vuelto a dar en el clavo. ¡Que no decaiga!
ÀLEX ORÓ.
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Alis
«Vegando»
DESCARGA GRATUITA
De vez en cuando aparece en la escena musical un genio, un tipo capaz de producir, componer y tocar con la inspiración como bandera. Eso es lo que ocurre con Patxi Alis, un caballero que de haber vivido la idiosincrasia de la industria de hace quince años hoy ya sería un talento reconocido. Pero hoy la industria musical no está para reconocer talentos más allá de personalidades prefabricadas, y Alis tiene mucha personalidad, pero natural, auténtica.
Su disco de este año, el sensacional «Cuando el sol nos dé calambre», le señaló como un músico único en nuestro panorama, una fiera del rock y del pop que ya empieza a ser conocido y reconocido. Ahora, Alis presenta un álbum en descarga gratuita en el que homenajea al desaparecido Antonio Vega. Pero que nadie espere un remedo de maquetas, «Vegando» suena a disco auténtico, perfectamente grabado y mezclado. En él, Alis juega con el cancionero de Vega, respetándolo pero dejando correr a las canciones allá donde quieran, sin calcar la original, lo cual en un disco de homenaje es muy de agradecer. Por ejemplo, ‘Elixir de juventud’ se torna en una bonita tonada folkie a lo Neil Young y la originalmente pausada ‘Tuve que correr’ encuentra nueva muda en el pop.
Un gran trabajo, hecho con muy buena voluntad, un homenaje verdadero.
JUANJO ORDÁS.
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Transglobal Underground
«Run devils and demons (The best of Transglobal Underground)»
DEMON MUSIC/FACTORÍA AUTOR
Cuando la electrónica parece perder desgraciadamente fuelle entre el «mainstream» sonoro de ahora –esto ya no son los 90–, conviene hacer balance de sus grandes logros, que son muchos. Por eso es una gran noticia poder contar con un «best of» de Transglobal Underground (y en generoso doble CD).
El grupo capitaneado por el percusionista y «beat poet» Neil Sparkes, el bajista de origen griego-albanés rebautizado como Count Dubulah, el teclista Alex Kasiek, el rapero ghanés Tuup y el DJ hindú Hamid Man Tu, fue una de las primeras y mejores bandas que dio sentido a la fusión entre las tendencias del baile y las raíces étnicas. Con mucha imaginación (no hay ni un solo tema que sea igual a otro) y sin abandonarse a la facilona dictadura del bombo a cuatro o el «sampling» por el «sampling», alcanzaron a crear un mundo propio, sin límites geográficos (ni temporales) en la fusión practicada. Fue generoso en «breakbeats» de guitarra, fraseados de rap, «toasters» jamaicanos, mucho funk y «dub», y un uso muy honroso del eje sonoro India-Magreb-Jamaica. Encima no les faltó un sensual rostro de carne y hueso que representara visualmente su propuesta, como la exuberante «belly dancer» y diva vocal Natacha Atlas, que fue aquí donde saltó al estrellato.
«Run devils and demons» recoge abundantes muestras de todos sus discos, con parada especial en «Interplanetary meltdown», donde otros artistas electrónicos proclamaron sus mejores remezclas. Los fans también agradecerán la presencia de las versiones, ya digitales, de algunos vinilos hasta el momento inéditos en España. Muchos otros lo intentaron (Loop Guru, Bally Sagoo, Banco di Gaia, Black Star Liner, Moody Boyz, Dreadzone… incluso Leftfield), pero sólo Asian Dub Foundation han sabido mantenerse en el tiempo y progresar a su manera con buena parte de los logros de su testimonio.
GERNOT DUDDA.
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Nacho Vegas
«El género bobo»
LIMBOSTARR
Nuevo EP del siempre prolífico Nacho Vegas, y es que el asturiano suele tratar a sus seguidores (y a su propia obra) con el cariño merecido, editando canciones al margen de los álbumes y dando rienda suelta a su creatividad aunque con el control de calidad acostumbrado.
Normalmente los EPs de Vegas suelen tocar distintos palos, aunque en esta ocasión casi que estamos ante una pequeña obra de género que hay que saber apreciar. Puede que incluso sus seguidores más acérrimos lo tengan difícil a la hora de encarar «El género bobo». Y no es que Vegas se haya apartado de su estilo, en absoluto ha sido así, pero sí es cierto que ha editado un trabajo muy centrado en un tipo de sonoridad, donde nada rompe la línea inicial. Esto es, canciones muy folkies (no, aquí no hay un ‘En la ardiente oscuridad’ o ‘Cosas bien hechas’), muy pausadas, reposadas, que precisan de una atención concreta por parte del oyente, pues son verdaderos caramelos para saborear con calma.
La gema de la breve colección es, sin duda, ‘Las inmensas preguntas’, con una gran melodía, tan clásica y atemporal que su madera de canción popular castellana reluce, con un detalle de teclados por parte de Abraham Boba y unos redobles de batería casi épicos. Pero no hay que menospreciar la humor irónico de ‘Penúltimo anhelo’ (atentos a la letra), el country a secas de ‘Pesadilla genérica’ y el folk americano de ‘(Al final) Te estaré esperando’. Buen acierto editar esta colección, ¿pero cuando falla Vegas? Nunca.
JUANJO ORDÁS.
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Darker My Love
«2»
DANGERBIRD/PIAS
Atmósferas guitarreras a lo Byrds, aunque endiabladamente mucho más rítmicas en el segundo disco de la banda de Los Ángeles Darker My Love, un agradable descubrimiento para el que suscribe. Y lo de los Byrds no es una licencia poética para vincular a este grupo con la psicodelia. Son los mismos miembros del grupo que califican a los intérpretes de ‘Eight miles high’ como la primera banda «tecnológica» de la historia, un adjetivo que califican mejor que «psicodélico».
Lo cierto es que el grupo recuerda por momentos a unos Byrds pasados de vueltas, usando la electrónica y absolutamente insertados en siglo XXI. Pero a los más jóvenes les recordaran a bandas como The Verve, Black Rebel Motorcycle Club, Jesus and Mary Chain o Snow Patrol e incluso encontramos algún tema como «Two ways out» con «parecidos razonables» a Supergrass.
A lo largo de la audición, «2» se rebela como un disco altamente hipnótico, denso pero digerible a la vez; retro pero moderno. Sus ritmos endiablados y sus «reverbs» en temas como ‘Blue day’, ‘Pale sun’ o ‘Northern soul’ convierten a este disco en material fetén para cualquier aficionado a los sonidos psicodélicos de ayer, hoy y mañana. En mis tiempos escolares un «2» equivalía a un Muy Deficiente pero estos chicos merecen un 10.
ÀLEX ORÓ.
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