Rockola, Discos. 4 de septiembre de 2009

Autor:

pereza-04-09-09

CD DE LA SEMANA: «Aviones», de Pereza.

«Se han pasado a un sonido más clásico, con tintes folk y country, alejándose prácticamente por completo del rock adolescente, salvo en un par de cortes, para acercarse a un sonido dylaniano en su época acústica, un estilo “beatlestoniano” pero a la española, lleno de continuas referencias a sus ídolos musicales»

PerezaDisco-04-09-09Pereza
“Aviones”

SONY MUSIC

Pereza, el dúo de “enfants terribles” del rock comercial, ha saciado al fin la sed de sus seguidores, y es que todo lo bueno se hace esperar. Se ha distanciado definitivamente (por fin) de El Canto del Loco, acercándose ligeramente a Los Rodríguez gracias a las colaboraciones en un disco lleno de talento compositivo y de las mejores referencias del folk norteamericano.
Esta vez presentan “Aviones”, grabado en su propio estudio de Alameda de Osuna, cercano al aeropuerto de Barajas. De forma inteligente se han puesto las botas camperas y desgastándose los dedos hasta hacerse sangre en instrumentos poco habituales para ellos como el steel pedal (aquí, en realidad, quien ha desgastado dedos ha sido Carlos Raya), la mandolina y el banjo. Se han pasado a un sonido más clásico, con tintes folk y country, alejándose prácticamente por completo del rock adolescente, salvo en un par de cortes, para acercarse a un sonido dylaniano en su época acústica, un estilo “beatlestoniano” pero a la española, lleno de continuas referencias a sus ídolos musicales. “Aviones” algunos lo calificarán como demasiado lento e incluso ñoño pero, sin duda, todos asumirán su buena calidad.
Abren con un pequeño homenaje al Windsor, edificio que durante unas horas se convirtió en la antorcha olímpica de Madrid, en forma de gran canción plena de guitarras adultas y semáforos en verde que recuerda a Tom Petty, salvando las distancias, aunque ellos prefieran acordarse de Ottis Redding. Siguen con un steel pedal que llora al desamor pero con el típico toque Pereza de ‘Pero eras un putón’. Ahora cuentan historias, han dejado de componer rimas fáciles y a ver qué pasa, como en ‘Las 4 y 26’, donde el sonido de las guitarras trae ligeros ecos de la melodía del ‘Stay’ de Jackson Browne. Andrés Calamaro ha sido generoso y les ha regalado un valioso toque vocal al más puro ‘Estadio Azteca’ en ‘Amelie’.
Son diecisiete canciones, entre las que incluso presentan un cover de ‘Sr. kioskero’. A más de un argentino le darán ganas de pegarse un par de tiros al escuchar su versión, pero Pereza ha hecho una respetable lectura cargada de armónicas del tema de los actualmente desaparecidos Intoxicados. Quizás con esta versión “made in Pereza” consigan asentarse definitivamente en el mercado sudamericano. Vuelven al rock canalla-chulesco con ‘Pirata’, canción que seguramente sea la favorita del público adolescente del dúo. Parece que estuvieron escuchando bastante a Gram Parsons mientras compusieron ‘Champagne’ y podemos imaginar perfectamente a las adolescentes escandalizadas recreando la escena de la cocina pero, por supuesto, con ellas como protagonistas.
La colaboración de Ariel Rot para “Los Amigos de los Animales” (en ‘Manager’), estuvo muy por encima de su contribución cerrando este nuevo disco, será porque entonces le dejaron guisarse la canción entera con receta al más puro estilo rock and roll que sólo Ariel Rot sabe aportar. Aunque aquí la guitarra de Ariel sigue siendo inconfundible e insuperable.
Existe un tema que solamente se puede comprar a través de iTunes, ‘Contento por nada’, en el que Rubén Pozo se pone serio y entre una guitarra, un espejo, un disco de vinilo, un pa-ra-ra-pa-pá, un saxo y un coche sucio compone la que podría considerarse su mejor canción de esta entrega; aunque haya quedado fuera del CD…
Ya no va a salir tan barato y fácil criticar a Pereza. Ahora sólo falta que los grupicoros de niñas forracarpetas se alejen definitivamente de sus conciertos para que Pereza pueda considerarse como una banda de culto. “Hey little thing let me light your candle / cause mama Im sure hard to handle, now”. Pereza están seguros, pueden hacer todas las acrobacias, saltos mortales y piruetas musicales que quieran, que siempre caerán de pie y con estilo.
AINHOA REBOLLEDO.



Camara-Obscura-04-09-09Camera Obscura
“My maudlin career”

4AD

El cambio de compañía discográfica, de Elefant (Marge, en el mercado americano) a 4AD, no ha modificado ni un ápice el discurso musical de Camera Obscura, la banda de pop escocesa liderada por la guitarrista y cantante Tracyanne Campbell. Los Camera Obscura continúan fieles a los sonidos de discos como “Let’s get out of this country” (Elefant 2006), en el que al igual que en “My maudlin career”, predominan las baladas y los up tempos, canciones algo más rápidas. Ambos tipos de composiciones están aderezados con arreglos de cuerdas y las honestas pero tristes letras de Campbell. La cantante se desnuda anímicamente y explica sus desengaños, sus relaciones y sus inquietudes de una manera tan lánguida que incluso puede tornarse tenebrosa en algún momento. No obstante, la brillante producción de Jari Haapalainen y las vibrantes melodías del grupo dan brillo y emotividad a las once canciones que integran “My maudlin career”. Un buen ejemplo son la pegadiza ‘French Navy’, los aires Motown de ‘Honey in the sun’ o ‘Forest and sands’, con sus influencias country. También destacan la canción que da título al LP y ‘The sweetest thing’, que recuerdan a las dramáticas baladas que interpretaban los grupos vocales femeninos de los sesenta.
Esta última entrega de Camera Obscura no flojea en ningún momento pero quizás adolece de alguna canción con algo más de chispa, que convierta su audición en algo inolvidable y no tan sólo en una agradable experiencia.
ÀLEX ORÓ.



Poveda-04-09-09Miguel Poveda
“Coplas del querer”

DISCMEDI/UNIVERSAL

Una trayectoria de quince años en el mundo del flamenco es ciertamente minúscula para un género que –salvo excepciones– exige asentamiento más que explosión. Miguel Poveda, en estos escasos quince años, ha acumulado premios, sabiduría y ocho discos en los que de vez en cuando se atreve con géneros alejados del jondo. Lo hizo con “Desglaç” y ahora vuelve con casi una veintena de desgarrados ejemplos de copla. No como revitalización del género sino como defensa, como evocación de la niñez.
Primer acierto: olvidar los clásicos, apenas hay jacas o penas penitas y los oldies se resuelven en un ‘Ojos verdes’ del que sale airoso y potente y un ‘La bien pagá’ en el que quizás resbale. Segundo acierto: apostar por la serie B, nadie juraría que Rafael Farina está entre los mejores y sin embargo tiene una presencia destacada en el disco. Lógico. En la niñez de Poveda apenas se encontraban discos de Miguel de Molina, pero el salmantino estaba en cada gasolinera. Y de aquí deriva el tercer acierto: el disco reconstruye el género y atiende a coordenadas inéditas. Asimilar la letra de ‘Un padre nuestro’ o de ‘Como las piedras’ es hacer que desde la misma desesperación de siempre, las imágenes parezcan nuevas.
Joan Albert Amargós también tiene mucho que ver en esta novedad por el tratamiento de una música que sabe llevar al Farina con aire de zambra de ‘Vente tú conmigo’ al terreno del jazz y al caracoleo manierista de la voz, pero que al mismo tiempo actúa con ligereza en el ‘Sere…Serenito’ de Camarón o con verdadera hondura en ‘Los tientos del cariño’ –asómbrense, un EP olvidado de La Terremoto– o ‘Mis tres puñales’. Y ayuda sobremanera también esa melancolía de las trompetas que recarga ‘La senda del viento’, el homenaje en pasodoble a Carmen Amaya.
Quizás el disco se venda porque forma parte de la banda sonora del último Almodóvar y ‘A ciegas’ se acerca al melodramatismo que esconde simas del corazón en el manchego. Pero sería una venta limitada, porque el disco es mucho más que eso, es la constatación de que si ya no hay duda de que la rumba es nuestro soul, debemos empezar a considerar que la copla es nuestro country.
CÉSAR PRIETO.



Gary-Burton-04-09-09Gary Burton / Pat Metheny / Steve Swallow / Antonio Sánchez
“Quartet live”

CONCORD JAZZ/UNIVERSAL

Tal suma de firmas no es sino la reencarnación actual del célebre Gary Burton Quartet de 1967, que introdujo una energía muy especial dentro del jazz bastantes años antes de que todo el mundo manejara la palabra fusión. El vibrafonista Gary Burton y el bajista Steve Swallow fueron sus fundadores, pero a comienzos de los 70, y con tan sólo 19 años, se les uniría un prometedor guitarrista de Missouri llamado Pat Metheny. Y es mediante una alternativa parecida como el batería Antonio Sánchez llegó también al Pat Metheny Group, y está ahora también en este proyecto.
Es asombroso el poderío que despliegan sobre el viejo repertorio, que aparte de las piezas que escribieron ellos mismos, contaron con las que hicieron para ellos gente como Chick Corea (‘Sea journey’), Carla Bley (‘Olhos de gato’) o Keith Jarrett (‘Coral’). Y desarrollando un lenguaje personal y homogéneo, como lo demuestra una transformación tan personal como en su versión del ‘Fleurette africaine’ de Duke Ellington. Diversas giras consecutivas por América, Europa y Asia han afinado la maquinaria de su relojería y les han dado una seguridad y un estado de forma realmente trascendental que se puede apreciar en esta grabación del Yoshi’s Jazz Club de Oakland, California.
Gary Burton es todo un genio, música celestial, puro “glockenspiel», como siempre. Y Pat Metheny revela con autoridad su delirante “zeitgeist” con sus solos y crescendos únicos, como en la mencionada “Olhos de gato” o en sus propias aportaciones (‘B and G’, ‘Missouri uncompromised’, ‘Question and answer’). La mejor recomendación para quienes seguimos esperando a ese Pat Metheny Group cuya nueva entrega lleva años demorándose.
GERNOT DUDDA.



Sour-jazz-04-09-09Sour Jazz
“American seizure”

ACETATE/LOCOMOTIVE

Grata sorpresa el tercer trabajo de los desconocidos Sour Jazz. No van a ser “the next big thing” pero tampoco parece importarles cuando su mezcla de New York Dolls e Iggy Pop (ojo, no Stooges) funciona tan bien. “American seizure” es un disco de espíritu punk, de salvajes pinceladas “artys”, descarado, callejero y especial. Especial porque dentro de las referencias que manejan, el grupo se desenvuelve con carácter y criterio, combinando guitarrazos (‘Fun dumb daze’, ‘Mrs. Popular’) con muy buenos arreglos de viento (‘Cigarrettes and coughy’), aunque lo mejor venga de la mano de los medios tiempos ‘Bad times coming’ y ‘Black Maria’ (vaya dos canciones, de lo mejor del año). La producción de Daniel Rey (Ramones, Ronnie Spector, Richard Hell) hace justicia a las canciones, quizá se echa de menos un mayor volumen de bajos, pero consigue mantener un sonido afilado y detallado.
Romanticismo nihilista vertebrado por unos tipos que saben lo que se traen entre manos, no son unos jovencitos y parecen tener unas cuantas lecciones bien aprendidas, otorgando a las canciones no solo madurez, sino también credibilidad.
JUANJO ORDÁS.



Mendoza-04-09-09Vince Mendoza & The Metropol Orchestra
“El viento. The García Lorca project”

ACT/KARONTE

Vince Mendoza ya grabó con un buen puñado de Jóvenes Flamencos aquellas sesiones de “Jazzpaña” en 1993. A la vera de este gran compositor y arreglista norteamericano –y del gran Arif Mardin–, Carles Benavent, Juan Manuel Cañizares, Ramón “El Portugués” y Jorge Pardo compartieron espacio con la WDR Big Band y con invitados del lustre de Michael Brecker, Al Di Meola, Peter Erskine o Steve Khan.
Más de tres lustros después, Mendoza sigue demostrando su amor por España y por la música que la ha hecho célebre en el mundo, el flamenco, y reaparece con este proyecto que llena de suntuosas orquestaciones el universo poético de García Lorca. Y (esta vez sí) parece que el duende y el sentimiento flamenco se dejan sentir de verdad con fuerza sobre todo lo demás para completar una obra bellísima de principio a fin, donde a partir del quinto corte (‘La tarara’) son ya sólo cantaores lo que se escucha. No pudo tener mejor referencia: mucho de todo esto ya lo cantó el gran Camarón en el memorable “La leyenda del tiempo” (1979). “El viento” incluye la revisión de cuatro piezas que el propio García Lorca llegó a grabar al piano en su momento, con la compañía de Encarnación López “La Argentinita”. Y se completa con tres adaptaciones de Ricardo Pachón (‘La canción del mariquita’, ‘La nana del caballo grande’, ‘La leyenda del tiempo’), una de Manzanita (‘Angeles negros’), otras tres de Joan Albert Amargós (‘De los cuatro muleros’, ‘Los peregrinitos’, ‘Los mozos de Monleón’) y tres también de Niko Langenhuijsen (las tres partes de ‘Historietas del viento’).
Un trabajo serio, profundo y sumamente respetuoso. Lo más importante: que también es capaz de “llegarnos” a nosotros, a pesar de que todo esto nos pilla más a mano.
GERNOT DUDDA.



Young-Fresh-04-09-09Young Fresh Fellows
“I don’t think this is”

MUNSTER

“I don’t think this is” es el primer disco de los disparatados Young Fresh Fellows desde 2001 y han pasado 25 años desde que editaron su primer LP, “The fabolous sounds of the Pacific Northwest”. Quizás por eso han decidido dar un paso al frente y tomarse algo más en serio la carrera del grupo, alterada por la dedicación de su guitarra y cantante Scout McCaughey a su banda paralela, Minus 5, y, sobre todo, a su trabajo como músico asalariado en la giras de R.E.M. Para ello contrataron como productor a Robyn Hitchcock, una astuta apuesta pese a que el ex Soft Boys, nunca había producido anteriormente a ningún otro artista que no fuera él mismo.
La decisión ha sido, sin duda, un acierto. Hitchcock ha sabido catalizar lo mejor de los Young Fresh Fellows y si bien este disco no difiere en exceso de entregas anteriores de la banda, destaca por su prístino sonido y por la solidez de las composiciones que lo integran. Hitchcock ha tejido una madeja de trucos, arreglos y mezclas que han contribuido a que cada una de las canciones tenga una personalidad propia.
Nos quedamos en primer lugar con ‘Go blue angels go’, un tema influenciado por el pop de los sesenta. Las sonoridades punk se han reservado para ‘Shake your magazines’ y los aullidos garajeros para ‘Betty, let the good times crawl’, mientras que ‘If you belive in Cleveland’, recupera una parte el espíritu del grupo, que parecía haberse perdido en discos anteriores.
La edición de Munster (en vinilo y CD) difiere de la americana en que se han incluido dos temas inéditos: ‘The final tractor’ y ‘Gotta get away’. En cambio no se han incluido ‘The ballad of bootleg’ y ‘Cementery, bar and Mexican restaurant’, que junto a la también inédita ‘Used to think l things could happen’ se han editado en un single de vinilo.
ÀLEX ORÓ.


Anterior entrega de Rockola.

Artículos relacionados