The Smashing Pumpkins
«Adore»
VIRGIN, 1998
Texto: JUANJO ORDÁS.
Después de alzarse con una posición de lujo entre las bandas alternativas de los 90, los Smashing Pumpkins decidieron dar un giro de 180 grados y dejar las guitarras distorsionadas a un lado. Era momento de conjugar la electrónica con el folk norteamericano, una jugada que les costó gran cantidad de fans aunque les permitió incluir en su carrera un disco de enorme calidad. Es hora de redescubrir “Adore”.
En 1998 la dinámica de trabajo del conjunto se vio trastocada. Hasta entonces, la mayor parte del trabajo había sido sacado adelante por el dictatorial Billy Corgan (vocalista, guitarrista y principal compositor) con el apoyo del batería Jimmy Chamberlin, quien había sido expulsado de la banda debido a su adicción a las drogas, quedando fuera de la creación de la nueva obra. La electrónica y las baterías programadas fueron la base para que el líder de Smashing Pumpkins encontrara una vía sobre la que seguir desarrollando su creatividad, esta vez alimentada por la muerte de su madre.
Sobre ”Adore ”planea una fuerte presencia femenina. La figura de la mujer en toda su extensión (la madre, la amiga, la amante) asedia cada una de las canciones de la misma forma que aborda la psique de Corgan. El primer tema, el calmado ‘To Sheila’, pone sobre el tapete las claves para entender «Adore». En lo referente a los textos, se produce una dicotomía en su doble estribillo, superponiéndose con maestría dos líneas vocales totalmente distintas: una cantando a la felicidad sentimental (‘Me haces real / Fuerte mientras siento/ Que me haces real’) y otra expresando dolor (‘Últimamente apenas puedo creer’). En lo musical, unas guitarras acústicas son apoyadas por una mandolina y una base casi industrial de fondo, todo para redondear un paisaje bucólico, gris, moderno y antiguo. Paisajes verdes bajo un cielo tormentoso, colinas lejanas con fábricas en sus cimas.
Esa mezcla entre el pulso orgánico y la moderna electrónica es la base sobre la que se cimienta «Adore» de principio a fin. A veces la combinación se decantará por la parte más sintética (caso del misógino y emocionante single ‘Ava Adore’ o del prácticamente tecno ‘Orange and aplles’), otras por la más acústica (la folk y hermosa ‘The tale of Dusty and Pistol Pete’), pero siempre se dará el choque entre lo arcaico y lo actual. Un poso de espesa tristeza es la constante del disco, incluso el ligero pop de la comercial ‘Perfect’ resulta agridulce en su búsqueda de la amistad femenina. Pero la brutal depresión llega con las canciones expresamente basadas en la muerte de la madre de Corgan: ‘Behold! The nightmare’ y ‘For Martha’ son melancólicamente escalofriantes.
Desde su oscura portada, “Adore” propone un viaje a través del dolor, un viaje que muchos de sus fans no aceptaron. Hora de remediarlo.