¿Qué ha pasado en 2017 para que decenas de músicos y bandas granadinas de primera fila saquen sus discos a la vez? Los Planetas, Lapido, Lagartija Nick, Lori Meyers, Eskorzo… Eduardo Tébar revisa los múltiples lanzamientos que se editaron el pasado año en la ciudad.
Texto: EDUARDO TÉBAR.
Granada, ciudad con nombre de bomba de mano. Ciudad del Rock y factoría de música que no cesa. 2017 pasará al recuerdo como año insuperable en cantidad de lanzamientos de peso en la capital nazarí. Los Planetas no sacaban un álbum desde 2009. Lagartija Nick, sin material nuevo desde 2011. Igual que la Elastic Band o La Guardia. Lapido, Manu Ferrón y Lori Meyers han regresado tras la cosecha de 2013. Otros, como Niños Mutantes, Toulouse, Harakiri Beach, Guadalupe Plata, Perro Mojado, Doblas o Fausto Taranto mantienen un ritmo continuado de actividad.
Vayamos por partes. Los madrugadores de 2017 fueron Lori Meyers. “En la espiral” (Universal) ha ha contribuido a engrosar un repertorio que arrasa en el circuito festivalero nuevoindie, territorio en el que, hoy por hoy, los de Loja reinan con rotundidad. La banda de Noni, Alejandro y Alfredo ha dado un paso de gigante en la pirotecnia escénica. Con el mayor montaje del país, acaban de cruzar el charco y estos días ponen en circulación una lujosa caja con su discografía en vinilo.
Por su parte, Los Planetas nunca dejan indiferente. Los amas o los odias. Y parece que esta vez las manifestaciones de inquina han hecho más ruido. Troleos aparte, los de J han recuperado el gusto por actuar –ahora tocan mucho mejor y, según sugiere Eric en sus memorias, más descansados– y dejarse ver por los escenarios de España y Latinoamérica. “Zona Autónoma Permanente” (El Ejército Rojo/ El Volcán) contiene al menos dos clásicos ya señalados en su repertorio: ‘Islamabad’ y ‘Espíritu olímpico’. Astuto, J ha visibilizado la conexión con el también granadino Yung Beef, la joven estrella del trap, que en 2015 se la coló a Sony con una versión deliberadamente pobre de la música de PXXR GVNG. Estaban condenados a entenderse. ¿Puretas Los Planetas? Sus discípulos legítimos, Apartamentos Acapulco, se han estrenado en el sello de J, El Ejército Rojo (y la distribución de El Volcán, de Javier Liñán). “Nuevos Testamentos” es droga dura para amantes del shoegaze, los primeros Planetas, Galaxie 500 o Él Mató A Un Policía Motorizado.
Otro trabajo esencial de 2017 ha sido “Crimen, sabotaje y creación” (Virgin), de Lagartija Nick. Antonio Arias ha vuelto a meter en el estudio a la formación original, diecinueve años después, para dar forma a una obra inspirada en la figura y las ideas de su desaparecido hermano Jesús (TNT), pionero punk, ideólogo de “Omega” y periodista cultural con radar fino en asuntos lorquianos y posfranquistas. El resultado es un cancionero turbador, a ratos lacerante y avinagrado en su denuncia social por la vía de un rock andaluz con pespuntes flamencos. Contracultura de la de verdad.
Por su parte, Niños Mutantes han parido el décimo álbum cuando su carrera cumple dos décadas. Demasiado tiempo aguantándose. Juan Alberto, Miguel, Nani y Andrés confiesan que estuvieron muy al borde de la ruptura. Sin embargo, han salido fortalecidos de la grabación de “Diez” (Ernie). Un disco más crudo y fiero, producido por Abraham Boba y César Verdú (León Benavente). La madurez la sienta bien a los Mutantes, que venían de recibir el respeto unánime del gremio en las “Mutanciones”. Glorificados en vida. Y ahí siguen, con uno de los directos más infalibles del pop nacional.
Rockeros veteranos
Lapido esperó a que pasara el tsunami de 091 para retomar su tarea en solitario, como el artesano en el recogimiento del taller. “El alma dormida” (Pentatonia Records) es un disco espléndido en el que José Ignacio ofrece más de lo mismo. Eso sí, se agradece la capa de barniz en el sonido. Tanta sabiduría acumulada en los miembros de su banda había aprovecharla. Así que sus adláteres (Raúl Bernal, Víctor Sánchez) aportaron su perspectiva en la producción.
Ángel Doblas, excompañero de Lapido en una etapa de los Cero y bajista de los TNT de Jesús Arias, acaba de lanzar “¿Hay alguien ahí” vía Clifford Records. El veterano Doblas, uno de los músicos con mayor pedigrí del rock granadino, se mantiene prolífico desde su debut solista en 2015. Manuel España, de la misma quinta, presenta estos meses el retorno de La Guardia. “Por la cara” es a su vez un ajuste de cuentas con Johnny Comomollo y Sus Gangsters del Ritmo, aquel combo olvidado del Madrid previo a la Movida al que los andaluces versionaban en el pleistoceno.
Con trazas de rock autoral asoma la patita Manu Ferrón. Las suyas son incursiones tímidas pero cuidadas con primor. Este año se ha animado a airear seis canciones a través del sello Acuarela. El título del epé, “Medalla de otro”, no puede ser más Manu. Irónico, retórico, el colíder de Grupo de Expertos Solynieve resulta entrañable en esa crítica social poco manida y quizá deudora tanto del nihilismo seco de Granada como de la sutileza corrosiva de Vainica Doble. Contar lo retorcido con elementos de andar por casa: poesía. Es de justicia mencionar a su formación (Dani Gominsky, Dani Guirado, Chema Mercado, Miguel Martín y Raúl Bernal), un elenco de lujo para transitar con personalidad por unas coordenadas en las que Alex Chilton se encuentra con Kiko Veneno.
Debuts destacados: Dolorosa, Carmencita Calavera
Pero hay más, como el exquisito primer álbum de Dolorosa. Sin duda, revelación absoluta de la temporada. “Que el mañana sea bueno” (Wild Punk) contiene once canciones irresistibles y combativas. El proyecto de Raúl Bernal y Natalia Muñoz ha llegado para quedarse y no están aquí para tonterías, no. Entre la América fronteriza y un afrancesamiento naif, su repertorio se ha convertido en el reflejo generacional del treintañero contemporáneo. Sentimentalidad e inteligencia. Atención: el 15 de enero publicarán el epé “Lo que queda de mundo” y piezas como ‘El capitalismo’ dan una idea de lo que se avecina. Ética compartida con Cosas Que Hacen Bum –sí, el nombre se debe al libro de Kiko Amat–, que este mes avanzan el disco “Navegación por estima”.
Otro debut sonado ha sido el de Carmencita Calavera. Una cantante huracanada y megatatuada, curtida durante un montón de años en el ambiente del mestizaje. Lo suyo ahora va de rock and roll. Sin prejuicios y con desparpajo. La nómina de colaboradores en este artefacto homónimo testimonia lo querida que es Carmencita en la ciudad de la “malofollá”, con gente de Lagartija Nick, Lori Meyers y Eskorzo.
Estos últimos, Eskorzo, no son ni mucho menos debutantes, pero han patentado con “Alerta caníbal” (Rootsound Music) su mejor disco en más de dos décadas de trayectoria. Tras sus alianzas con el mexicano Celso Piña y Coque Malla, además de la experimentación con el afrobeat en el pasado, ahora entran de lleno en las sonoridades latinas. Abundancia de cumbia, algo de salsa y vallenato, con la misma perspectiva exótica que los peruanos que metían pedales y Wah-Wah en la guitarra en los sesenta, y de unos Ry Cooder o Marc Ribot en la frontera. Con esa dualidad encantadora: letras tristes en música vitalista. Un danzón eléctrico, aupado por unos metales bárbaros que juegan en la delantera. Sin desperdicio las aportaciones de Amparo Sánchez y El Canijo de Jerez. La mitad de Eskorzo disfruta en paralelo bajo la marca Los 300, semejante tormenta de ritmos que a comienzos de 2017 puso en circulación “The fighting kangaroo”, también mediante la etiqueta Rootsound.
¿Indie en Granada en 2017? Apunten las publicaciones de Alondra Galopa, Carlota, Guau!, Rey Chico, RYM, Toulouse, Verona, Vita Insomne, Ysucklove o Zines. Y maravillas en los márgenes, como Guadalupe Plata –Pedro de Dios es granadino adoptivo– o El Osombroso Folk de las Badlands. Hay que poner la lupa en el collage pop de la Elastic Band de Pablo Román, la electrónica facilona y petarda de Harakiri Beach, y la reinvención de Vinila von Bismark. O el laboratorio postrockero de Joe Maremoto y Lebend. ¿Punk rock? Perro Mojado, Uralita y los Fibroesqueletos o Tss-Tss. ¿Pop radial a lo Juan de Pablos? Los Térmicos. ¿Negritud? El vinilo de Dj Toner con Martha High. ¿Flamenco? Los álbumes de Kiki Morente y Juan Habichuela Nieto. Alusión aparte para Fausto Taranto, tremendo colectivo surgido de las cenizas de Hora Zulú para indagar sobre la alianza del metal y el flamenco. ¿Canción de autor abierta a ritmos étnicos? Ahí andan Lara Bello y Ángela Muro. Y un respiro. Cojamos aire para 2018.