En los tres primeros meses de aplicación de la ley antipiratería en Internet, ley Hadopi, 100.000 internautas franceses han recibido el primer aviso para que cesen en su actividad. Aproximadamente un 15% de los receptores del aviso han respondido preguntando cuál es la falta que han cometido, ya que el correo que envía Hadopi no lo especifica.
La principal queja de los internautas por el funcionamiento de Hadopi es que está al servicio de las discográficas, que cifran en 900.000 el número de piratas en el país vecino. Por el otro lado, la queja es la lentitud. De las 70.000 denuncias diarias presentadas por los propietarios de los derechos de autor, el organismo encargado de las sanciones solo tramita unas 2.000 al día, pero explican que están en fase de prueba y que hay que rodar el sistema.