Ayer, Amaral avanzó en rueda de prensa sus próximos pasos alrededor del disco «Hacia lo salvaje», en esta ocasión completamente autoeditado. Chema Domínguez estuvo allí y nos cuenta cómo fue la cosa.
Texto: CHEMA DOMÍNGUEZ.
Foto: RODRIGO HARO.
Amaral presentaron ayer en la madrileña sala El Sol dos nuevas canciones en clave acústica, ‘Antártida’ y ‘Hacia lo salvaje’. La primera da nombre también al sello discográfico creado por los zaragozanos, y la segunda comparte honor con el título del nuevo disco que saldrá en septiembre. Contendrá doce nuevas canciones y sitúa al dúo en un sonido más guitarrero, más duro, o al menos son las primeras sensaciones ya que el encuentro con la prensa se produjo cuando el disco aún no está terminado en su proceso de grabación, y cabe esperar alguna exploración sonora más. Si Eva Amaral expresa como pocas autoras e intérpretes las vivencias y emociones que contienen sus temas, eclipsando en ocasiones, sin pretenderlo, la brillantez de Juan Aguirre, ayer fue éste quien eclipsó a Eva con sus declaraciones, muy lúcidas por cierto. Aunque, claro, varios de los grandes medios de comunicación que se personaron no dudaron en buscar y abusar del lado más polémico despreciando eso de los datos objetivos y el contexto. Tampoco se puede esperar mucho de quienes viven de oídas y sólo les interesa la música y su contenido en función de la popularidad previa de las convocatorias a las que acuden.
Por lo que mejor saben hacer, empezaron. Por las canciones, y en directo. Solos ante la prensa. Algo nerviosos y tensos fueron, poco a poco, respondiendo con valentía a las cuestiones y explicando el momento de cambio que ellos mismos han preparado. Creación de Antártida, su propia firma discográfica, distribución pactada con Altafonte (cuyo antecedente lo encontramos en BOA) y nueva sonoridad para el repertorio de «Hacia lo salvaje». «No sé si la palabra es guitarrero pero las guitarras están en un plano más arriba, nos da más personalidad», comentaban, y seguían: «Habrá quien diga que hacemos lo mismo y que somos un grupo comercial, pero me gustaría que viéseis una discusión entre nosotros durante el proceso creativo porque somos nuestros críticos más feroces». A cuestiones parecidas respondieron, «Hacemos música popular en cuanto a estructura, no utilizamos acordes complicados y tal, pero a veces cuando los discos funcionan y se venden te tachan de comercial, simplemente porque le gusta a la gente. No es nuestra intención básica pero si funcionan estamos encantados».
La gira comenzará oficialmente en Zaragoza el próximo 6 de octubre, y la propuesta será «espartana», apostando decididamente por el nuevo material. Batería, bajo, guitarra y coros más ellos dos conformaran la banda en directo, sin complementos, pero, ojo, «El equipo va a ser para peinar a la gente a raya», advierten.
Era obligado pensar que tras sus colaboraciones con diferentes artistas, la más reciente en el nuevo trabajo de José Ignacio Lapido, podría haber interesantes reciprocidades pero la incógnita se despejó pronto, «no va a haber ningun dueto ni nada», aclararon.
También dejaron claro que su nuevo sello no albergará ningún otro grupo ni carrera ajena a la suya, al menos de momento, ya que prefieren experimentar con ellos mismos primero. En este sentido se mostraron muy ilusionados, ya que el propio Juan contaba que era una idea que él soñaba desde antes de conocer a Eva. Así que sueño cumplido.
Y aquí empezó la cuestión socio-política a aparecer. Juan Aguirre, en plan rapsoda, despachó muy acertadamente el tema y lo hizo mucho mejor que varios rimadores-rapeadores-del-como-molo: «Tenemos fortuna pero tienes que librarte del poder a codazos porque te quiere abducir, hacerse la foto contigo. Te nombran en el Congreso y tú dices, ‘mira, tío, no me toques los huevos, las canciones son de todos, son tuyas y de un tío cuya vida no tiene nada que ver con la tuya’. A mí me molesta cuando estamos pagando muy bien a una gente que se dedican a hacer peleas de escolares y por el camino te nombran a ti. Mira, tío, dedícate a resolver los problemas y no a hacer chanzas y gracias. Me gustaría que entendiéseis lo duro que es para un grupo popular en España no dejarse abducir por el poder, y decir ‘no voy a recoger el premio de manos de no sé qué institución en la que no creo desde que tengo uso de razón política’. Que no voy a hacer la revolución con un disco, ya lo sé, no soy tan niño, pero por lo menos no me utilices». Y más verdades como puños, como decía Pepín Tre, dijo, pero no contaba conque los titulares de «El País» o «La Razón» serían los que todos podemos leer. Es inevitable acordarse de aquellas lecciones de Juanjo de la Iglesia en su sección ‘Curso de Ética Periodística’ del primer «Caiga Quien Caiga». Será cosa de los Mercados, del FMI o de los Grandes Medios de Comunicación…
Lo dicho, nuevo disco de Amaral. Lo esperamos con impaciencia.